Siempre me gusta repasar un poco. Sé que viene bien porque fija lo bueno y permite aprender de lo no tan bueno. Recordar lo bueno es muy bueno, recordar lo no tan bueno también lo es.

El coco funciona de una manera curiosa. Cuando recuerdas lo bueno lo revives, así que es un gusto gratis. Te hace sonreír.  Recordar lo no tan bueno no me hace sonreír, pero me ha ayudado a sacar conclusiones muy importantes. Muchas de las cosas que he aprendido y te he escrito aquí vienen de ahí. Llegar a los porqués no es siempre fácil, pero si los encuentras ayuda mucho.

He vendido más de quinientos libros, algo que nunca soñé. Algunas personas me escriben para contarme lo importante que han sido mis palabras y eso me hace sentir algo muy especial por dentro. Cuando todavía mi mente todavía estaba caótica tuve una idea clara. «Cuando me recupere voy a ayudar a otros». Lo recuerdo bien, fue en el año 2002. Desde entonces ha llovido mucho en mi vida. sin olvidar la tragedia que sufrí y de la que te hablé hace mucho tiempo. 

Este año puedo ponerme calcetines y es la primera vez que he conseguido dormir un mes completo sin necesitar pastillas. Mi Gran Amigo está muy bien y Roberto ha aprobado todos los exámenes. Mi mujer está contenta con su nuevo trabajo y Raquel está más tranquila que el año pasado. Acabé por perdonar a mi padre y mi relación con el mayor de mis hermanos ha mejorado mucho. Lo más difícil ya lo he hecho.

Mi dedicación en Esperanza Bipolar ya no me estresa como antes lo hizo por momentos. Sigo enfocado y la tranquilidad parece que ha venido para quedarse durante una larga temporada. Aunque como dice la canción: aquí todo es de momento.

Y hablando de momentos. Ahora es el momento de disfrutar de todo lo ganado. Es lo que me toca. Y también lo que te deseo.