Dicen que hay que adaptarse para sobrevivir. Yo tuve que hacer justamente lo contrario. Me llama mucho la atención escuchar o leer a quien dice que una persona con trastorno bipolar puede tener una vida como los demás. Yo ni la tengo ni la quiero. Mi vida es muy diferente, porque soy muy diferente. Sé que algunas cosas tienen que ver con mi propia naturaleza y me obligan con gusto a renunciar a ellas para mantener mi salud y disfrutar de la vida como lo hago ahora.

Si tuviera que volver a mi vida de antes, necesitaría pastillas. Tengo dolor crónico y las necesito de cuando en cuando para dormir. Y el problema no es ése, precisamente. El problema es que, con mi vida de antes, sufriría lo mismo que sufría antes. Las pastillas para encajar no siempre funcionan. Si así fuese, no llegarían tantas personas a la asociación que dirijo.  No me refiero a que todo el mundo con trastorno bipolar tiene problemas para adaptarse. Pero muchos sí. Algunos de los motivos que no me permiten llevar la misma vida que los demás tienen que ver con mi naturaleza. Soy bipolar y ser consciente de ello me ayuda a no cometer viejos errores. El aprendizaje ha sido lo que me mantiene a salvo de síntomas y otros dolores. Puedo cambiar la vida de los demás a mejor porque sé que aquello que me viene bien no le puede ir mal a nadie. Otra cosa diferente es que todos seamos capaces de llegar a renunciar a algunas cosas muy importantes para no sufrir la enfermedad.

Desde que no soy un engranaje de esta sociedad, que gira siempre en el mismo sentido y a las mismas horas, siento que mi vida se parece mucho a la de quienes no están diagnosticados con trastorno bipolar. En muchos sentidos, disfruto de muchas cosas que no están al alcance de cualquiera. Mi vida ha sido tan radical que mi situación personal es excepcional. He sufrido hasta el extremo, y no sólo por la enfermedad. Me tocó vivir una experiencia tan dura que ahora lo dulce es todavía mucho más dulce. Lo único que hago es transmitir a los demás la sensación que tengo. Exactamente igual que lo acabo de hacer en este blog con mis palabras 🙂