Voy a comenzar el año teniendo en cuenta mi bienestar de una manera muy especial. Como mi cuerpo me ha avisado últimamente, voy a limitar el tiempo que dedico al trastorno bipolar. Si no lo hago yo, nadie lo va a hacer por mi.

En realidad, sucede todo lo contrario porque cada vez son más los que piden y mi cuerpo también tiende a pedir más que lo que me sienta bien. Una buena definición del trastorno bipolar que no encontrarás en los libros.

Ayer mi madre cumplió ochenta años y mi mujer Isabel organizó un cumpleaños sorpresa para ella. Fue un día especialmente bonito que me hace recordar lo importante que es el tiempo que nos queda para disfrutar juntos. Una de las prioridades para el 2016 que empieza, junto con otra que conocerás el año que viene en forma de libro. Si escribir no es lo mío, es lo más parecido que he encontrado hasta ahora.

Por cierto, busca lo «tuyo» hasta que lo encuentres. Es una de las cosas que puede cambiar tu vida a mejor de forma radical si tienes la sensación de que la vida no tiene color. Yo me sentí así durante años y ahora me despierto todos los días con la ilusión de un niño que está de vacaciones y no tiene que ir al colegio :))