Este año empecé con muy buenas sensaciones. En los últimos días ya no necesito ni la media pastilla que tomaba para dormir cuando me despierto de madrugada por el dolor. Me llama la atención que haya logrado llegar a este punto cuando el dolor crónico provoca depresión y ansiedad en gran parte de la población. 
Vivir sin fármacos puede ser importante para personas como yo. Con trastorno bipolar, me parece un objetivo equivocado si te lo planteas como tal. Yo me he ido marcando mis propios objetivos sobre la marcha respecto a mi bienestar y me siento mucho más que satisfecho. Tengo cuerda para rato y espero poder seguir prestando mi tiempo a quien pueda necesitarlo.
Hace tiempo, un amigo me decía que yo no respondía a los estímulos. Por mi comentario anterior puedes deducir que estaba equivocado, pero es que hay estímulos y ESTÍMULOS. Lo que sí me veo es cada vez más cerca de la serenidad a pesar del estrés rebotado de los demás. Sólo me falta comprarme las gafas modelo Dalai Lama :))