Hoy te contaré una buena manera de aprovechar una terapia al máximo. Cuando fui por primera vez a ver a una psicóloga perdí el tiempo. Yo no estaba en un buen momento para aprovechar una terapia.

Cuatro años después me abrí en canal con una mujer joven que hizo conmigo de su profesión un arte. No la oculté nada. Estaba tan desesperado, y con tantas ganas de recuperarme, que no tuve ninguna vergüenza en hablar con ella sin ningún miedo. Sentí por primera vez que alguien me escuchaba con atención. Primero se dedicó a conocerme, y esperó el momento de abrirme la cabeza. Después tocó la tecla correcta. Decidí dar un cambio radical a mi vida y acerté. Nunca podré estar lo suficientemente agradecido por lo que ella hizo por mí. Nunca me dijo lo que yo tenía que hacer o dejar de hacer. Hablando con ella, todo se hacía solo.

«Una terapia sólo es útil si muestras todo lo que llevas dentro. Nadie puede saber el origen de tus problemas si no enseñas aquello de lo que no estamos orgullosos. Al sacar fuera lo de dentro, tú también descubres cosas que desconoces sobre ti. Si la terapeuta te muestra opciones que tú no ves, también te puede ayudar a aclararte. No hace falta tanto tiempo para empezar a sentirte mejor si el psicólogo o psicóloga es buena profesional.«