Después del accidente estuvimos con Raquel y Roberto en Baqueira. Ver esta fotografía hoy me hace sentir muy bien. Acababan de salir de una situación trágica y empezaban a sonreír. A mí me costó varios años más.

Esta semana, un buen amigo que venía a la asociación me guasapeó con un disfruta!!!. Y este tipo de cosas me hace disfrutar de la vida de una manera muy especial. Hace algunos años él estaba mal y no podía trabajar. Hoy trabaja, sonríe y vive solo en un piso de alquiler por primera vez en su vida. Ojalá siga sintiéndose así durante mucho tiempo. Muchos logran empezar a recuperarse y ojalá todos lo hicieran.

Dos personas también cercanas que aprecio mucho no han tenido la misma fortuna. Acabaron en el hospital y me encantaría poder hacer algo por ellas.   Cuanto más veo, más me doy cuenta de que el trastorno bipolar es una condición que requiere de mucha tranquilidad. Yo hago todo lo que puedo para llevar una vida tranquila. Aunque a veces me cueste.