Para este hombre de la caña no. Para quienes estamos diagnosticados con trastorno bipolar sí. Aunque ya escribí varios comentarios sobre el estrés al comenzar con este blog hace tiempo, hoy vuelvo con el tema. Puedes ver este enlace a un libro de un doctor que puedes comprar o leer en línea. En general, estoy de acuerdo con lo que afirma. Además deja algún consejo muy práctico, no muy habitual en los médicos que se ocupan de estos temas. De todas formas, añadiré mi grano de arena.

Hace más de quince años sufría de estrés, un problema que se convirtió en crónico durante un tiempo. Autodiagnóstico: exceso de responsabilidad y falta de recursos. El volante de una empresa de cincuenta personas sin carnet de conducir para uno. Resultado del partido: síndrome de burn-out y workaholic a partes iguales. Una mezcla explosiva cuando uno se convierte en un adicto a algo que le daña. Si alguien de ciencia lee esto no le extrañará mucho. Claro y en pocas palabras.
Hablar de estrés es como hablar de política. Todo vale. Estrés bueno y estrés malo. Blablablablabla. Si estás diagnosticado con trastorno bipolar, todo estrés te perjudicará. Te explicaría el porqué aunque el resumen es lo importante. Te pueden estresar tus hijos, tu pareja o el vecino. Los papeles de la oficina, las fechas de entrega o la hipoteca. También las fantasías y los sueños imposibles. Yo tuve que prescindir de un trabajo y algún sueño para empezar a sentirme bien. Y sigo prescindiendo de muchas cosas para seguir sintiéndome bien. Con mucho placer, eso sí 🙂