Y para dejar hasta otra ocasión las posibles relaciones entre el trastorno bipolar y el estrés vamos con la última idea.
Sea cual sea nuestra relación con el estrés, si éste afecta a nuestra salud negativamente lógicamente se puede considerar perjudicial. Aprender técnicas para aliviar el estrés está al alcance de todos y algún día comentaré por encima algunas de ellas. Mi conclusión final y personal, como todo lo que escribo, es una solución sencilla a un problema difícil. Con un simple ejemplo todo se entiende mejor.

Hoy, al sacar la bandeja de un horno, te has quemado la mano. No es la primera vez que te pasa y decides comprar un guante para protegerte la próxima vez. Acabas de encontrar la solución para que no te vuelva a suceder. Si la próxima vez olvidas ponerte el guante, correrás el riesgo de nuevo.

¿Pero qué sucede si el estrés te ha dañado una y otra vez y no has encontrado cómo solucionarlo?
Hay distintas opciones. Una de ellas es «quemarte» una y otra vez hasta que se te ocurra acercarte a una tienda y comprar el guante para protegerte. Otra podría ser cocinar en el microondas o simplemente prescindir del horno de tu cocina. Hagas lo que hagas será siempre acertado. Todo menos olvidar que la última vez necesitaste poner pasta de dientes o una pomada para aliviarte.

Espero que encuentres interés en estos sencillos ejemplos y su posible relación con el trastorno bipolar. Si quieres dejar algún comentario estaré encantado de leer y responder al mismo si es tu intención.
Y, como novedad, te dejo una foto que mi hijo me sacó delante del ordenador desde el que te escribo.:)