Si eres de las personas que te interesa buscar, ya habrás conocido la historia de personas diagnosticadas con trastorno bipolar que alcanzaron la fama. La mayoría de ellos, vinculados al mundo del arte como escritores, cantantes, músicos, actores o pintores. La historia de cirujanos, hombres de empresa, fontaneros o payasos de circo seguramente pasará más desapercibida, especialmente si no son personas conocidas por aparecer en los medios de comunicación. Únicamente sus familias y personas más allegadas conocerán, por obligación, los síntomas del trastorno bipolar.

En más de una ocasión he leído que las personas más inteligentes son más vulnerables a sufrir problemas emocionales o incluso enfermedades mentales. Si disponemos, al menos, de ocho tipos de inteligencia al margen de la inteligencia emocional, nunca se sabrá cuáles son las más importantes para frenar los síntomas del trastorno bipolar porque son temas que parecen no interesar a nadie. Hace no mucho tiempo se celebró en mi ciudad una conferencia sobre el cerebro del directivo. El trastorno bipolar, abordado por distintas disciplinas trabajando conjuntamente y sin liderazgos, hace tiempo hubiera dejado de considerarse una caja negra. Psiquiatría, psicología y terapias alternativas no son excluyentes.

Volviendo al tema del potencial; si tienes la inmensa fortuna de encontrar un buen psicólogo tu potencial será el mismo que el de tu vecino de arriba. O el mismo de Stephen Hawking. Si recuperas tus capacidades intelectuales porque el equipo médico que vela por tu salud colabora contigo para que logres avances, ni tú mismo sabrás hasta dónde puedes llegar. Todo esto refiriéndome al potencial profesional pero hay algo mucho más importante. Tu potencial para llegar a ser una persona sana, equilibrada, satisfecha o inmensamente feliz.

Este mar en calma no refleja la fuerza del Cantábrico. Ni siquiera es necesario ser fuerte para sobrevivir al trastorno bipolar. Más importante es conocer el terreno que pisas y aprender de tus propios errores. Con mis comentarios, trato de ayudarte con la primera parte. Para la segunda, necesitaríamos sentarnos en el banco de un parque y hablar durante horas. Si quieres, y puedo, estaría también encantado de hacerlo.