A veces, me pregunto de qué me gustaría que me hubieran hablado cuando sufría los síntomas del trastorno bipolar. El sueño quizás debería estar en el primer lugar de esta lista de cuestiones mucho más que importantes. No creo que haya nada más vital para una persona diagnosticada que saber de la importancia de dormir un mínimo de ocho horas ininterrumpidas y en horario regular para evitar que nos vayamos de carnavales en mayo. Algo tan básico como saber que lo que los demás pueden hacer sin riesgo, para ti puede ser lo mismo que jugar con fuego. Muchos los sabemos, pero también hay muchos que lo olvidan pagando una factura demasiado elevada.
Tovavía no logro entender porqué cuesta tanto ver este mensaje allí donde pudiera leerlo todo el mundo que lo necesitara, si esto es la sociedad de la información existe un grave problema con las personas responsables de proveer la información más relevante. «Si bebes no conduzcas». «Si eres bipolar no trasnoches» ¿No parece tan difícil, no?

Cuántas situaciones evitables y dramáticas se podrían evitar con un mensaje tan sencillo es algo que se desconoce. Cúantas situaciones graves de salud irreversibles que también se podrían evitar, tampoco se conocen.

Es impresionante la cantidad de información disponible y todavía me sorprendo cuando leo algunas afirmaciones no sólo confusas sino auténticas barbaridades. Lo que es evidente y claro, como la importancia del sueño para evitar las crisis de euforia o manía, no está en la superficie. Sólo por este motivo pensé que no podía faltar un comentario hablando del descanso aunque volveré a hablar de él en el futuro.
Generalizando siempre se corre un grave riesgo, sin embargo, hay aparentes verdades absolutas basadas en la generalización que no ayudan tanto como una rutina de sueño adecuada. Todo parece indicar que el trastorno bipolar lleva camino de convertirse en un problema que cada vez afectará a una mayor parte de la población. Mi opinión no es la misma que la de quienes argumentan que cada vez se disponen de más medios para el correcto diagnóstico. La sociedad en la que vivimos es el caldo de cultivo ideal para que el trastorno bipolar se convierta en una herida que acabará por desangrar a quien la padezca y no reciba la atención médica adecuada. Es decir, una atención médica integral, comprometida, profesional, eficaz y cuyo objetivo no sea otro que devolver la salud a quien sufre. Dicho así parece sencillo, en la práctica nada más lejos de la realidad.

¿Las buenas noticias? Tú eres quien decide, elige, y, si no mejor que nadie, te puedes ocupar de ti mismo al estar disponible las veinticuatro horas al día para velar por tu propia salud 🙂