La idea de este comentario me surgió hace algún tiempo a partir de una pregunta que me invitó a pensar. La necesidad de establecer siempre unos límites para no tener que pagar el precio de la euforia. Imagina que llevas todo un día sin comer porque no has tenido tiempo y para cenar das cuenta de cuatro platos y postre. Es muy posible que duermas mal, te levantes con mal cuerpo porque has tratado de compensar el hambre con un empacho. Ahora imagina que tu estado de ánimo, por el motivo que sea, empieza a aligerar tu vida y no pareces necesitar imponer ningún límite al pequeño placer de sentirse muy bien, sacrificando horas de sueño. Cuanto menos duermes, curiosamente, pareces necesitar menos descanso y seguramente ya sabes lo que viene después.
Si, por el contrario, empiezas a sentirte cada día más cansado y con menos vitalidad que la habitual, puedes encontrar en la cama un amigo que no te conviene. Cuando no había tocado fondo ni había recibido la información sobre psicoeducación para el trastorno bipolar me encontré en más de una ocasión encontrando en el sueño, el único cobijo al sufrimiento de la vigilia. Han pasado muchos años pero todavía puedo recordarlo.
A nadie le gusta que le pongan límites, y muchos no necesitan imponerse ningún límite. Mi recomendación, si estás diagnosticado con trastorno bipolar como yo, es que sí lo hagas. Lo vivo como un seguro de estabilidad y me compensa con creces el hacerlo. Aunque al padecer dolor crónico, tengo un límite impuesto que me favorece en un sentido pero me perjudica en el otro.
Si tienes la inmensa fortuna de lograr una estabilidad emocional y del estado de ánimo duradera, te dejará de importar el tener que tener en cuenta estas precauciones tan insignificantes. Aquí he hablado sólo respecto al sueño, pero podría hacer una lista con otras cuestiones importantes que trataré en próximos comentarios. En realidad, el cuerpo impone ciertos límites para su regulación, y saltárselos es atentar contra tu propio cuerpo.
Lo que he contado hasta aquí no debes considerarlo una renuncia porque no lo es. Considerarlo una elección inteligente te puede ayudar. Si este comentario no te ha parecido muy optimista o te cuesta digerirlo, aquí te dejo una buena noticia: «Con el tiempo te darás cuenta de que has logrado romper muchos límites que creías insalvables».
Hay 8 comentarios en este articulo
Muy buen tema, los límites.
Suelo acordarme mucho de ellos cuando estoy de bajón, y me lamento de no haberlos puesto en ciertas ocasiones.
Tengo la Esperanza de hacerlso parte de mi rutina, es una responsabilidad muy importante.
Teniendo en cuenta lo mucho de quijotes que tenemos. . .
Gracias, Alberto. Un abrazo.
Autolimitaciones:
1- Conservar la pauta de sueño sí o sí.
2- No a los viajes estresantes en los que hay una intensa interrelación con personas nuevas. En tres ocasiones me fuí al traste.
3- No a la convivencia por cortos períodos de tiempo con gente que no conozco en Cursos o Talleres de fin de semana en los que por dos veces se inició un amago de descompensación.
4- No al alcohol o sustancias sicoactivas. Bye, bye porritos.
5- No a las relaciones tóxicas, léase "mala gente".
6- No al exceso de noticiarios. Me dan un tinte negro y pesimista a la realidad que quiero vivir.
7- No a sentirme responsable de lo que no hago.
8- No al autocastigo.
Autoafirmaciones:
1- Sí a la vida.
2- Sí a la medicación, con autorregulación incluída.
3- Sí al yoga y a la meditación.
4- Sí al ejercicio moderado.
5- Sí a la inteacción con gente en particular y en general.
6- Sí al sí y no al no.
7- Sí a mis pequeños viajes en entornos favorables y sin grandes factores estresantes.
8- Sí a la propia estima.
9- Sí a la propia aceptación.
10- Sí a la danza y a la celebración.
11- Sí a las lecturas estimulantes.
12- Sí a la creatividad cuando viene.
13- Si al buen humor.
14- Sí al diario agradecimiento.
15- Sí, sí, sí.
Hay más noes que los señalados, pero quiero pensar que hay más síes. Las limitaciones siempre las encontrará un@ en cuanto se compare con algún otr@. Aceptar las propias o la manera en la que autoregulamos nuestra propia vida supone, se me antoja ahora, hacer las paces con la vida.
Que tengas un buen día.
Punto 2, y 3, con lo especialista que soy yo para meterme en nuevos grupos, nuevos proyectos, hablar, empatizar, encariñarme, idealizar, pegarme batacazos. . .
Miro atrás y veo muchas descompensaciones por esos puntos.
Nunca me había dado cuenta de la importancia de autolimitar y seleccionar mis relaciones sociales.
Muchas gracias. Sábado de sol.Buen finde.
Ana y Theoros, es una gran ventaja conocerse cada día mejor y saber en qué "aventuras" no conviene embarcarse hasta haber encontrado la estabilidad. Las que mencionáis los dos, antes me podían provocar los mismos probemas que a vosotros, afortunadamente, ahora ya no. Que paséis un fin de semana de "11", yo ya me di un paseo por la playa, día de sol aquí también Ana.
Ah, Theoros... se me olvidaba decirte que tu comentario me ha parecido muy útil para quien visita el blog. La pena de los blogs es que no todos los comentarios sean igual de visibles, el tuyo se merecería un post más que un comentario a un post! :)
De seguro que sabrás encajar lo que mejor te parezca en posteriores post. Decirte que te sigo porque resulta útil, saludable y optimista los distintos enfoques que aportas y que te han permitido dejar de padecer esta "dolencia". Se precisan voces como la tuya para decir que no sólo se puede "tirar pa´lante" sino que uno puede congraciarse completamente consigo y con la vida.
Sigue así.
Ah, si!! Agradecerte el enlace de "Vivir sin ansiedad". Esta semana andaba buscando el libro en cuestión por la red, sin asociar que había llegado a él a través de tu blog. Las "cosas" a veces terminan apareciendo cuando dejas de buscarlas, no es así?.
Que tengas un nuevo día
No le pongas limites a tus sueños! Lucha por ellos.. Tus sueños en acción darán vida a tu vida..
Johan, siento no estar de acuerdo contigo en esta ocasión. Limita tus sueños y no luches por ellos, persíguelos con mucha tranquilidad :)