En distintas publicaciones he hablado de cuestiones que pueden guardar una relación directa, desde el punto de vista psicológico, con el trastorno bipolar. Si prestas atención a las palabras que ya he dejado escritas, habrás reconocido algunas conclusiones personales respecto al trastorno bipolar basadas en mi experiencia. Muchas de ellas han tardado más de cinco años en materializarse, y han surgido tras cientos de horas de lectura y cientos de horas de reflexión sobre mi vida y de experiencias compartidas con otros.
Aunque creo que no existe ninguna relación entre el trastorno bipolar y los sueños, me gustaría hablar de la capacidad que todos tenemos de ilusionarnos.
Un sueño no deja de ser una ilusión, un castillo en el aire que puede ser derribado por una ligera corriente de aire o una torre de babel que puede acabar por convertirse en un motivo para vivir. Las personas soñadoras, como yo, hacen uso de la imaginación con mucha frecuencia y aprovechan la facultad de construir a futuro desde el presente. Antes de perseguir ningún sueño, es necesario reencontrarse con la salud. Priorizar la salud en tu vida puede darte la oportunidad de cumplir cualquier sueño por inaccesible que pueda parecerte ahora.

La serenidad y los sueños, aunque son difíciles de compatibilizar, requieren de una gran dosis de creatividad y del uso de distintos tipos de inteligencias. La mayoría de nosotros disponemos de recursos para movilizar nuestras distintas capacidades, y nuestro potencial de crecimiento no debería estar limitado por el trastorno bipolar. La única excepción está en la pérdida de capacidad debida al tratamiento farmacológico, que puede reducir nuestra capacidad de atención, memoria o concentración. En este sentido, la psicoterapia puede ayudarte mucho porque, una vez alcanzado el bienestar psicológico, irás gradualmente recuperando lo perdido entre síntomas, crisis emocionales y estados de ánimo límite.

Me gustaría proponerte lo siguiente. Elige un sueño y concrétalo con lápiz y papel. Puede ser una simple aspiración o un logro que ahora mismo consideres inalcanzable. La única diferencia es el tiempo que te separará de él. En Diciembre me puedes dejar un comentario en el blog y comentarme cómo lo llevas. No es necesario que le pongas ningún plazo, pero sí que lo escribas en una agenda.
Cumplir uno de mis sueños me ha llevado más de diez años, constituir la asociación Esperanza Bipolar en Bilbao para acompañar y, en la medida de mis posiblidades, apoyar a quien sufre, padece o está diagnosticado con trastorno bipolar. Formo parte de este tercer grupo y mi ocupación, desde hace tiempo, consiste en que quien todavía sufre o padece los síntomas pueda integrar su historia personal en su vida de una forma saludable.
Mi segundo sueño, concluir mi primer libro, fue mi principal ocupación durante cinco años. Mi próxima ilusión, concluir mi segundo libro es simplemente una de mis muchas ocupaciones en la actualidad. Espero poder compartirlo con vosotros en el próximo año y, que el día que lo haga, tú hayas alcanzado tu primer sueño, el segundo o hayas perdido ya la cuenta.

Si quieres dejar tu sueño por escrito aquí en el blog, yo encantado. Será una ilusión compartida 🙂