El otro día un camarero me dijo:
-te veo en forma.

Me aprecia, puedo verlo en su mirada. Es un hombre que tiene como afición hacer pruebas llamadas quebrantahuesos. Está tan fuerte que me podría partir por la mitad cogiéndome entre su índice y su pulgar. Hace poco, otra persona me dijo que me encontraba rejuvenecido. Eso ya no me gustó tanto porque se suele decir a los abuelos y yo ayer cumplí 49. Debe ser porque están acostumbrados a verme caminar despacio.
Este año ha comenzado mucho mejor de lo que me esperaba, aunque últimamente ya espero poco y tengo siempre mucho. Con trastorno bipolar era justamente al revés. Imprime estas dos últimas líneas con letras bien grandes.
Ayer celebré mi cumpleaños de tres maneras diferentes y fue un día muy especial. Dos amigos me llamaron mientras veía un espectáculo de danza contemporánea con Isabel. He decidido que, a partir de ahora, todos mis cumpleaños serán especiales. Por lo menos, hasta los cien. :))