La psiquiatría ha encontrado en la impulsividad un rasgo común de muchas personas que sufren trastorno bipolar. Aunque no todas las personas que conozco son impulsivas, muchas sí tienen algún problema de frenos. Yo mismo, a veces, lo tengo. Por decir un número aproximado, tres al año. Antes, muchas más.

Como tengo intención de enfocar este blog a partir de ahora en las soluciones, en este comentario dejaré una de ellas que considero importante. Para mejorar tu impulsividad tienes que mejorar tu capacidad de atención. ¿Cómo hacerlo? Como todo, poco a poco. 

La mejor manera  es encontrar una actividad que te guste y ayude a mantener tu atención focalizada. Si ya la has encontrado, más fácil todavía. Tocar la guitarra, hacer tai-chi o leer un libro pueden servirte. Dibujar o cocinar también. Cuanto más tiempo seas capaz de estar haciéndolo, mejor. Aunque empieces con quince minutos, no importa. Cuando llegues a cuarenta, puedes considerarlo un éxito. Las escaleras se suben peldaño a peldaño. En poco tiempo, verás que ya has subido unos cuantos pisos. 
La atención funciona como una cuerda floja que necesita tener cierta tensión siempre. Pero relájate, que no cuesta tanto como parece 🙂