En la red circulan muchos enlaces donde se nombran algunas personas famosas diagnosticadas con trastorno bipolar que llegaron a destacar en el campo de las artes, la política o los negocios. Suelen dar mucho que hablar, aunque a mí no me interesa demasiado el tema. Como mucho, me puede picar la curiosidad por saber qué hicieron en sus vidas.
En este enlace sobre la relación entre inteligencia y trastorno bipolar puedes ver el resumen de un estudio científico no muy reciente pero con una muestra muy amplia. Hace tiempo leí el estudio por encima y el resumen es que las personas diagnosticadas o tienen un coeficiente de inteligencia muy elevado, o lo tienen por debajo de la media. Vamos, que estamos en los extremos del rango.
Comprendo varios motivos que pueden llevar a esta situación. Si el deterioro es grande, la inteligencia se ve mermada porque depende en gran parte de la atención y la memoria. Yo estuve muy deteriorado y me llevó un tiempo recuperarme. Si no hubiera cambiado de actividad, nunca habría logrado recuperar mi capacidad.
Todo lo que he ganado desde entonces es gracias a lo que me dedico. Estar mentalmente ocupado es la mejor gimnasia para el cerebro. Además de una vacuna eficaz contra la depresión. Leer es una de las cosas que más me gusta hacer y leo cerca de dos horas todos los días. Un libro, el periódico e información científica sobre el trastorno bipolar.