Cuando no me gustaba lo que hacía sufría. Cuando encontré algo que me gustaba hacer todos los días mi vida cambió de manera radical. La depresión no regresó y todo lo bueno empezó a aparecer.

El cerebro es un órgano bastante simple en algunos aspectos que son vitales. Si le alimentas de chocolate quiere más chocolate. Sustituye chocolate por algo que te guste y no sea demasiado estimulante ni tóxico para ti para sentirte mejor. Deporte sirve también. Con trastorno bipolar si combinas lo físico con algo que requiera prestar atención mucho mejor. Yo me dedico ahora más a lo físico porque lo necesito para mantenerme bien. Lo físico puede ser algo tan simple como cualquier cosa que haga mover tu cuerpo. Si haces lo que te gusta y te acaba por enganchar no necesitarás fuerza de voluntad. Todo lo que te propongo puede ayudarte a mantenerte bien o a no recaer en una depresión. La mente si no está centrada en algo se emborrona como la fotografía del graffiti. Si mantienes tu mente activa haciendo algo con otras personas, todavía es mejor. Si tu actividad intelectual es solitaria también resulta útil. Yo pasé muchos años dedicado a una actividad solitaria porque lo necesitaba. Ahora tengo muchas relaciones sociales y me siento mejor que nunca. Se sufre menos estrés si lo que haces lo haces para alguien. No es raro que me sienta bien porque todo lo que hago me encanta. Lo difícil quizás sea dar con la primera tecla. Sé que tuve mucha suerte.

«Si la atención no se presta hacia fuera se proyecta hacia dentro como un veneno. Ese veneno acaba en depresión. Cualquier cosa que atraiga tu atención y no te haga daño es bueno. Puede entrarte por los ojos o por los oídos. Si necesitas mover tu cuerpo será todavía mejor. A la fuerza no funciona. Yo no me he forzado ni he tenido en cuenta lo que los demás puedan pensar respecto a lo que hago con mi vida.»