La creatividad me ha permitido salir de situaciones difíciles y me ha ayudado a pensar mejor. Escribir es un acto creativo y me resulta estimulante porque no tiene límites.

Siempre me han gustado el diseño y la fotografía. Años después, cuando descubrí el placer de escribir, ya no dejé de hacerlo. Me gustan las actividades creativas porque son justo lo opuesto a la rutina. Cuando me deprimía me faltaba estimulación y yo disfruto creando algo nuevo. La creatividad me resulta de lo más estimulante. Creé Esperanza Bipolar y comencé a utilizar la creatividad en beneficio de los demás. Ahora, ayudar a alguien con trastorno bipolar me parece un acto de solidaridad muy creativo. Quizás el más creativo que pueda imaginar.

«Si hay algo que llama tu atención de una manera especial, hazlo. La creatividad te puede salvar. Cualquier cosa que hagas puede ser creativa, si la sientes como estimulante y apasionante. Hacer algo y disfrutar con el proceso es suficiente. Si hay alguien más que disfruta, el placer es doble.»