La psiquiatría considera la terapia cognitivo-conductual como adecuada para el tratamiento psicológico de las personas con trastorno bipolar. Yo no estoy de acuerdo y te explicaré el porqué.
Mi opinión sobre este tema ha cambiado mucho en los diez años por el conocimiento acumulado. Una persona con bipolaridad tiene muchas dificultades inherentes a su naturaleza. Desde fuera, un psicólogo puede tener buenas intenciones y no lograr provocar ningún cambio. Si lo que el profesional pretende no coincide con lo que la persona quiere, el tiempo es perdido. Si las dificultades se agravan, la salud se resiente. Los cambios cognitivos o conductuales son necesarios, pero sólo son estables si son dirigidos por uno mismo. Todo lo que hago en la asociación Esperanza Bipolar tiene como trasfondo algunos detalles relacionados con lo que te acabo de explicar. Incluso cuando escribo, o me relaciono con amigos con trastorno bipolar, lo tengo en cuenta. Si algún día diseño una terapia pensaré en este punto.
«Lo que sientes y lo que quieres es lo más importante. Encontrar la manera de lograr lo que quieres sintiéndote bien es la clave. Ser siempre consciente de tus cambios es necesario para mejorar día a día. Yo lo hice durante diez años. Tengo amigos que están en el proceso y disfruto su evolución. Siempre hay obstáculos pero se puede aprender a sortearlos. El mayor suele ser el estrés y fue mi último obstáculo. Lo superé hace dos años y la sensación de poder hacer todo lo que quiero es difícil de describir.»