Siempre he pensado que una depresión no es endógena ni exógena. No hay nada en el cuerpo humano que esté aislado del entorno. Que no se conozca la causa de una depresión no significa nada.

Lo que sí pienso es que las depresiones recurrentes pueden tener lugar de una manera casi automática. El cerebro graba de tal forma que su plasticidad puede desembocar en depresiones recurrentes, manías recurrentes y brotes psicóticos recurrentes. En las vías neurales del cerebro tienden a desencadenarse reacciones automáticas en cadena. Lo mismo pasa cuando nos enfadamos, nos ponemos cachondos o cachondas, o repetimos una rutina cualquiera. No hay enfados endógenos ni hábitos endógenos. Siempre influye en nuestra mente «lo de fuera». El quiz de la cuestión, a mi entender, está en el inconsciente. Dicen que el inconsciente es tan desconocido como importante para explicar lo que hacemos y cómo reaccionamos. Hacer consciente el inconsciente puede ayudar a no caer en nuevas depresiones.

«No volver a deprimirse es muy importante. Sé que uno siente que no depende de él o de ella cuando se deprime y suele ser así. Sin embargo, pienso que es clave hacer todo lo posible por intentar evitar deprimirse. Con trastorno bipolar, yo lo veo como la prioridad número uno si has tenido varias depresiones. Todo lo que creas que puede ayudarte a evitar la depresión, házlo.»