Sé que para muchos, el trastorno bipolar resulta una condena o, como mínimo, el origen de muchos problemas que nada tienen que ver con la enfermedad en sí, pero afectan a la vida haciéndola más difícil. Yo viví y sufrí muchos de ellos. Si me he decidido a escribir este comentario ha sido por el contraste de la opinión de dos personas en la asociación. Una de ellas, agradecía a la enfermedad el haberla convertido en una persona más comprensiva, más humana según sus propias palabras. La otra, al contrario, comentaba que le había convertido en una persona más desconfiada con los demás. De alguna manera le había llevado a aislarse a pesar de ser una persona aparentemente muy sociable.

Dicen que sólo aquellos que son capaces de encontrar sentido a su sufrimiento, pueden salir fortalecidos de él. Hoy es el día en que le he encontrado tanto sentido que ni siquiera me duele haber sufrido los síntomas. El tiempo diluye los recuerdos y la memoria contribuye a borrar lo más doloroso. Interpretar lo que te ha ocurrido puede ayudarte a dar forma a los recuerdos para suavizar lo menos agradable hasta que a uno mismo deja de parecerle tan agrio como seguramente fue. No se logra en una primera revisión, se necesita recordar la experiencia vivida y expresarlo en voz alta con alguien de confianza varias veces. También lo puede hacer uno a solas sentado en un parque o mirando al mar. En la asociación he visto como personas, después de haberlo hecho durante días, han dejado de sufrir y han vuelto a su vida más ligeros y más felices. Algunos no han vuelto porque ya no lo necesitan.

He podido sacar tantas cosas positivas de la enfermedad que ahora voy a nombrar las primeras que me vienen sin pensar. Quizás la más importante sea que me ha permitido conocerme a mi mismo mucho mejor de como me conocía antes. Si no te conoces, estás perdido. Yo lo estuve durante mucho tiempo, y lo peor de todo, es que iba en la búsqueda del bienestar y la felicidad en la dirección equivocada. Cada vez me sentía peor y cada vez era más infeliz.

La segunda, y más importante quizás, es que la enfermedad me permitió cambiar de vida y encontrar una pasión cuando mi vida había sido una vida de insatisfacción crónica. La insatisfacción deprime. Y la tercera, la oportunidad de poder cambiar la vida de personas como yo, es una motivación que me hace sentir muy bien y me permite seguir aprendiendo. Uno de los motores de mi vida de hoy.

Si quieres dejar un comentario explicando lo que has sacado de positivo de esta enfermedad que tanto puede hacer sufrir, les servirá a otros para pensar sobre su propia experiencia y preguntarse si ellos también podrían encontrar algo que compense tanto sufrimiento vivido.