Ahora que duermo bien, aunque poco, quiero hablarte de cosas que me desvelaron en el pasado. Querer dormir y no poder, es un gran problema si estás diagnosticado con trastorno bipolar.

Hay dos cosas que desvelan a todo el mundo, y son el miedo y el deseo. Piensa en tu experiencia. 
El estrés puede venir de casi cualquier parte y dormir estresado es imposible sin fármacos. Hace muchos años, dormía mucho estando deprimido y me costaba despertar. No deseaba lo que me esperaba al día siguiente o me daba miedo no poder afrontarlo.

También la ira me desveló en situaciones esporádicas. Recuerdo algunos problemas de convivencia con mi mujer, unos pocos conflictos con mis hijos, o el estrés de querer protegerles cuando veía algunos riesgos en su vida. Que yo recuerde, han pasado casi cinco años desde la última vez que algo presionó mi sueño. 

También tuve una época en que Esperanza Bipolar me desvelaba. El exceso de ilusión me hizo pasar por alguna que otra noche de mal dormir y tuve que tomar decisiones radicales para recuperar mi sueño. 

Hoy quería hablar de sueño porque estoy durmiendo como nunca. Haber aprendido a no estresarme  ha sido la clave. Diez años en los que he perseguido este momento sin descanso para poder descansar bien.