Se escribe mucho sobre los neurotransmisores y el trastorno bipolar. Diagnosticado con trastorno bipolar, muchos piensan que los neurotransmisores dejan de funcionar bien para siempre.
Supongo que la psiquiatría tiene algo que ver con este error que se difunde por todos lados. La ciencia sabe que el cerebro es plástico y eso tiene consecuencias negativas. Si te has deprimido tres veces, es más probable que te deprimas la cuarta vez. Sin embargo, también es verdad que todo puede cambiar a mejor. Una terapia puede cambiar tus neurotransmisores. Si gracias a un profesional de la psicología dejas una relación tóxica, imagínate. Todos tus neurotransmisores van a cambiar de golpe. Pero mucho mucho. Lo difícil es que logres dejar una relación tóxica porque si fuera fácil no se le llamaría tóxica. Ejercer la psicología y ser eficaz en la terapia con un paciente es un millón de veces más difícil que ejercer la psiquiatría. Con el juego de Quimicefa aprende a jugar un niño.
«Si tienes trastorno bipolar y puedes pagar una terapia házlo. Piensa que es un cáncer. Sin terapia es muy probable que el sufrimiento cada vez sea mayor. Si vas a terapia aprovéchala porque tu vida está en juego. Suelta todo y escucha. Un buen psicólogo o una buena psicóloga no suelen dar pautas. Las pautas están en todas partes y pocos las hacen caso. Para que alguien cambie tu vida a mejor debe ser capaz de ver con claridad lo que tú eres incapaz de ver. Después tiene que ser capaz de lograr que el cambio lo afrontes tú.»