Seguro que sí. Como todos. Mejor dicho, seguro que no. Como todos. 
Hace tiempo mi manera de pensar estuvo muy influida por mi padre. A pesar de pensar de forma diferente, acabé pensando como él. Algunas veces también actuando como él. Afortunadamente, ya apenas queda rastro de aquello en mi cuerpo.
No todos nos consideramos influenciables, sin embargo, lo somos. Aunque no me considero muy influenciable, puede que lo sea como el que más. Lo que sí puedo decirte es que voy soltando lastre a medida que voy ganando confianza. Si eres un lector habitual, ya te habrás dado cuenta. Este blog no deja de ser un diario de una persona con trastorno bipolar que es muy feliz. Y cada vez más. Valoro todo lo que tengo más que nunca. Tampoco te voy a mentir: tengo mucho. Mucho más que lo que nunca soñé.
Compra el libro si todavía no lo has hecho. Porque un libro siempre vale más que lo que cuesta. Y aprender a abandonar los veintiún hábitos que te propongo merece la pena. También te adelanto que no es fácil. Aquí no encontrarás falsas promesas :))