Doce años pensándome las cosas mucho antes de tomar una decisión de cambio importante. Ahora he tomado mi decisión más importante de los últimos años y no me lo he pensado. ¿Por qué lo he hecho?

Durante los últimos dos años mis sensaciones son muy positivas. Tan positivas que nunca antes me había sentido así. Por este motivo no me he repensado algo tan importante como lo que estamos a punto de comenzar José y yo. También es verdad que encontrar una persona como él es más difícil que encontrar un cisne negro. Aunque en este caso, él parece más un ángel inmaculado que un cisne negro. Si piensas las decisiones importantes estarás en condiciones de valorar mejor los riesgos. Estrés y trastorno bipolar tienen mucho que ver.

Sólo hay una excepción a la regla. Si llevas muchos años sufriendo, tomar una decisión radical sin pensar mucho puede ser la solución a la mayoría de tus problemas. Así me quité de encima el estrés, los síntomas del trastorno bipolar y la falta de ilusión. Reflexionar te permite tener más consciencia sobre lo que haces y cómo te sientes con lo que haces. Aunque todos vamos un poco en automático, hacer sin pensar puede tener consecuencias muy graves.

Si te metes en un callejón sin salida con el entusiasmo de un niño que va a buscar una pelota, acabarás sin salud, sin tranquilidad y sin entusiasmo. Así que piensa tres veces antes de hacer una. Después de mucho tiempo fortaleciendo este músculo, me he tirado a la piscina. Y tranquilo.