Durante más de diez años, lo que más me dificultó la vida fue no encontrar algo a lo que dedicarme que me resultara estimulante. Sufrí varias depresiones como consecuencia de esa situación. También sufrí muchos problemas de estrés laboral y el miedo creció dentro de mí como una espuma invisible. Ahora ya no siento miedo.

Desde hace diez años disfruto de la vida casi todos los días del año. Por fin, hace casi dos años, logré aprender  a no estresarme. Ha sido una sensación nueva para mí y ahora me siento más libre y más capaz de hacer algunas cosas que me quedan por hacer.

Lo importante no es mi vida. Lo importante es el comentario que dejes aquí debajo para mostrar un pequeño trozo de la tuya. Como siempre te digo, muchas gracias por compartir.