Hace quince años, empecé sin querer a construir mi rutina leyendo todos los días las páginas de un libro interesante. Un rato por la mañana y un rato por la tarde: algo tan simple me hacía sentir muy bien.
Después empecé a hacer otras cosas. Comencé a escribir cada vez más. En Esperanza Bipolar y en mis libros. Escribiendo tengo una sensación parecida a la que siento leyendo. Poco a poco, empecé a pensar más en la asociación Esperanza Bipolar y en su futuro. Diseñé actividades para conversar entre nosotros de una manera diferente. Me hizo ilusión ver que muchos se sentían a gusto con la nueva forma de aprender que había proyectado para ellos. Al darme cuenta de que pocos leen, comencé el canal de Youtube Esperanza Bipolar. En Esperanza Bipolar aprendí a hablar sin vergüenza y a soltarme.
«Una sola cosa con trastorno bipolar puede ser muy importante. Por ejemplo, tener algo que te guste hacer todos los días y te siente bien. Si todavía no lo has encontrado, sigue probando. Cuando llevaba un tiempo haciendo algo, cada día me costaba menos hacerlo. Así fui poco a poco disfrutando de mi día a día. Cuando te cueste encontrar tiempo para hacer las cosas que te gustan, házlas un hueco a la fuerza. Muchas veces, sentirte bien depende de algo tan simple.»