Cuando sufrí mi primera depresión, llevaba cinco años con muchas dificultades en mi trabajo. No encontraba mi lugar y me costaba mucho aprender algo todos los días, y al ritmo que necesitaba. Pronto me di cuenta de que tenía que cambiar de tareas en cuanto ya las dominaba. Además, cada día tenía más miedo a tomar el relevo de una empresa que me venía muy grande.

Una situación inesperada me causó pánico. Todos los días me ocultaba y hacía como que no pasaba nada, pero por dentro cada día estaba peor.

¿Y tú? ¿Quieres que copie y pegue para todos tu respuesta como anónimo?