¿De dónde vienes? ¿A dónde vas?

Hay muchas preguntas que sirven para poco, la del título de este post es una de las más inútiles que conozco. Filosofar es como cavar un agujero con las manos para llegar al centro de la tierra. Yo soy un poco de todo. Un poco vago y también trabajador. Un poco responsable y también un viva la vida. Serio y alegre. Un poco duro y también un poco muy sensible. Además, cada día que pasa me siento un poco más de casi todo. Un poco más sereno, un poco más comprensivo, un poco más paciente y un poco más insustancial.

Quizás la pregunta que me haría ahora para orientar mi vida, si no la tuviera ya orientada, sería la siguiente.

-¿Cómo soy?

Un día, una gran amiga me dijo que era un comodón. Y eso que no me ha visto ducharme ni cocinar sentado. Bueno, eso no tiene nada que ver. Cada vez que alguien me cuelga una etiqueta, tengo una sonrisa para una semana.

Por cierto, si valoras tu conexión móvil a Internet y quieres tener hijos piénsatelo dos veces. Es el segundo verano que los míos me dejan incomunicado. Lo reconozco, con ellos perdí esta vez un poco la serenidad :))