Este año he tenido suerte. Había publicado comentarios en las redes ofreciéndome a quien quisiera dedicarse a las personas con trastorno bipolar. Era el momento de hacer algo acompañado.

Seis años después de este vídeo apareció Sergio . Pronto reconocí su altruismo. Ahora tengo más canas y más experiencia. Soy más capaz de colaborar y ya no siento estrés. Cuando menos lo deseaba, pasó lo que tanto deseé. Sin embargo, mantengo la ilusión por dedicarme con él a arrancar su iniciativa poniendo una parte de mí. En el pasado fui bastante individualista. Si veo una dirección muy clara me resulta difícil hacer algo con alguien. En este caso lo haré con placer porque me pondré a su servicio. Él tiene una mentalidad integradora que yo no tengo. Con los psiquiatras me cuesta entenderme porque creo que muchos están muy equivocados. Sin embargo, vivimos en un mundo donde personas como Sergio hacen más falta que nunca. Yo he aprendido a respetar a todos aunque vivan en galaxias muy lejanas a la que yo habito. Sergio pareció nacer con ese don que yo tuve que aprender.

«Si quieres algo es muy importante saber esperar. Esperar es posible cuando lo que quieres es muy valioso para ti. Durante la espera conviene que sigas con tu mente enfocada en lo que quieres y sin parar de hacer. Yo llevo más de diez años así y apenas he parado. En alguna ocasión perdí la ilusión. Esperé y la ilusión regresó. No con la misma intensidad, pero con la intensidad suficiente«