Ya lo decía Shakespeare: «Sex o no sex. He ahí el dilema». ¿Bipolar? Dilema difícil de resolver.

Ya ha llegado el buen tiempo, y con él, la alegría de vivir. Seas hombre o mujer, si te sientes bien no te escaparás a la influencia de la luz, el calor, los tirantes o la piel morena. Ni a lo que ilumina la luz o calienta el sol, lo que muestran los tirantes o lo que brilla la piel morena. Bienvenido al verano.

Aunque ahora estoy pensando en alguien que conozco al escribir este comentario, me aplico el cuento. O mejor dicho, me aplica el cuento. Cuando uno empieza a encontrar cierto atractivo a la farolas, o una padece la misma enfermedad con los semáforos, algo ha cambiado dentro de nosotros. Si te preguntas cómo lo llevo, te diré que de muy mala manera. Mente sana en cuerpo vivo, como una bombilla que lleva días encendida. Que todos los males sean como éste. He sufrido casi todos y no me voy a quejar. El sexo es tan natural como la vida y la vida sin sexo es como un jardín sin flores. Aunque puede ser muy bonito, parece que le falta algo.

A algunos nos da bastante pudor hablar de sexo. Como yo llevo ya más de tres años desnudándome ante ti no iba a hacer una excepción con este tema. Tampoco me gustaría que alguien creyera que quien está al otro lado del ordenador es una máquina muy bien programada. Soy humano. Exactamente igual que tú. Tengo muchos temas pendientes sobre los que escribir y éste no podía quedarse en el tintero. Y como es un tema muy íntimo y personal, hoy no hay conclusiones ni recetas mágicas. Soluciones muchas, eficaces no sé si tantas 🙂