Si la respuesta es sí y lo estás leyendo por la mañana, mal rollo. Tu vida puede parecerse a la de un oso polar en un zoo. Así es como me sentía en mi trabajo. Vueltas y vueltas alrededor de un círculo. Del tamaño de mi oficina. Si, por el contrario, lo estás leyendo antes de ir a dormir, buena señal. Graba tu rutina de los últimos días y no la abandones.

Hoy voy a publicar este enlace que habla sobre alteraciones del sueño y trastorno bipolar. Lo que ya se sabe, que lo sepamos todos. Lo que todavía no se sabe puede que lo encuentres aquí entre líneas. Aunque a veces lo incluya en líneas completas. 
Llegar tranquilo y relajado a la cama es todavía una prioridad para mi. Y lo será siempre. Dormir sin tener que tomar una pastilla y con dolor crónico, todo un reto. Aunque lo logro muchas veces, no olvido otra de mis mayores prioridades: dormir bien sea como sea. ¿Trucos? Ya te iré contando.

Antes dormía más porque mi vida era plana como un papel. Ahora duermo menos porque me encanta lo que voy a hacer al día siguiente. Un cambio bastante radical que tiene que ver con cómo somos y con cómo soy. Dormir seis horas por la noche, una obligación más que una prioridad. Si tu cuerpo te pide dormir más para sentirte bien, adelante. No te juzgues por perezoso o perezosa. Aunque el juez que todos llevamos en el piso de arriba no duerme, el cuerpo es mucho más sabio. O quizás nuestro juez también tiene alteraciones del sueño. Encima que le damos de comer gratis 🙂