Esta cuarentena he cambiado mi rutina por completo. Pensé que me iba a costar y me ha resultado más fácil de lo que esperaba. Soy una persona que disfruta mucho al aire libre y he aguantado bien en casa.
Durante años mi rutina estuvo basada en disfrutar. Desayunaba sin café, paseaba hasta una cafetería, leía acompañado de un café con leche, y vuelta a casa. LLevaba un libro encima a todas partes. Pensaba sobre mi pasado y proyectaba mi futuro. A la tarde, descansaba después de comer y repetía la rutina. A veces, daba un paseo por la playa o cogía la bicicleta. Escribía en el blog Esperanza Bipolar o me dedicaba a mis libros. Sólo cambié de rutina cuando sentí que ya no necesitaba leer tanto porque sabía lo suficiente. Empecé a disfrutar de la vida de otra manera. Sentí que necesitaba salir y relacionarme más. Empecé a quedar más con amigos hasta que llegó el virus.
«Si estás saliendo de una depresión, una rutina que te resulte fácil de mantener es la mejor. Haz cosas que te hagan disfrutar. Si te sientes ya bien, deja que tu rutina se construya sola. Cuanto más simple y más disfrutes, mucho mejor. Si tienes en mente un algún deseo por cumplir, construye tu rutina alrededor de él. Dedicarte a lo que te interesa o te mueve es el camino directo a la mejor rutina«