Cada dia que comparto con un bipolar es un día que vale por dos. No dejo de aprender de ellos y me sorprende el valor de muchos y su esfuerzo por salir adelante. Mis palabras son siempre las mismas, de ánimo y comprensión.Al fin y al cabo, hace menos de una década mi situación no era muy diferente a la de ellos.
¿Cuál ha sido mi mayor avance? Ninguno en particular. Pequeños avances en debilidades, inseguridades y miedos. Un aprendizaje vital que día a día me ha aportado no sólo una estabilidad, sino una serenidad cada vez mayor. El año que está a punto de entrar se me plantea como un reto: el reto del bienestar. Poco a poco las variaciones de mi ánimo son menores, y cada día me siento con más recursos para lidiar con ellas.
Las investigaciones sobre el trastorno bipolar parece girar en torno a dos ejes: el estrés y la autoestima.
En mi caso particular, los dos aspectos afectaron a mi salud durante cinco años que nunca olvidaré pero que recuerdo con la perspectiva del tiempo y una claridad ausente en mi vida durante tanto tiempo.

Siento tener que escribir sobre mi, en realidad lo que me gustaría es leer sobre vosotros y poder compartir.
Aprender de vosotros y compartir.

Feliz Navidad.