Saqué esta fotografía del mar de nubes de Tenerife hace mucho años y hoy vuelve al blog en una semana en que yo he vuelto a la isla. Para hablarte del estrés desde un lugar bonito y tranquilo.

El estrés puede aparecer en el mayor paraíso del planeta. Con enterarte de algo que no te esperabas es suficiente. Basta una llamada de teléfono o una conversación cualquiera. Ayer me enteré de algo que hace años me hubiera puesto como una moto. Como en toda familia, las noticias inesperadas se convierten en costumbre pero nunca dejan de sorprendernos. 

Al grano. El estrés casi siempre nace del miedo. Del miedo a perder algo perdemos la tranquilidad. Si te das cuenta de lo que puedes perder y piensas sobre ello, a veces, te sorprendes a ti mismo. Igual lo que puedes perder en el fondo te importe poco y lo que te molesta es de quién viene lo que te ha dolido. O cómo te ha llegado y te hubiera gustado que te hubiera llegado. 
No quiero hablarte en chino, sólo traduzco las situaciones que nos suelen pasar bastante a menudo cuando se junta algo que queremos y el miedo a perderlo. A partir de ahí, haz lo que puedas con ello. Si no te das cuenta de lo que se esconde detrás del velo, no podrás tomar decisiones inteligentes. Y todo lo que decidas para sentir menos estrés con trastorno bipolar es una decisión inteligente.