Hace algunos años, saqué esta fotografía en una excursión al Teide, el gran volcán de Tenerife. Esta imagen significa mucho para mi porque transmite una sensación que me acompaña desde hace tiempo. Los últimos tres años han sido muy especiales y muy intensos a la vez. Aunque no me parece fácil mejorar mi situación, cada año que pasa tengo una mejor calidad de vida y disfruto todavía más de lo que me regala todos los días.

Las nubes están muy lejos. tan lejos como el año 1999, año en que toqué fondo. Algún día escribiré sobre la experiencia que viví -y sufrí- hace ya tanto tiempo. Hoy puedo contemplar aquellos días y el año 2006 -año de una tragedia familiar de un sufrimiento extremo- con la serenidad que me transmite este mar de nubes. Mi vida desde hace tiempo es maravillosa, y lo seguirá siendo mientras me respete. Me sacudió demasiado fuerte, y quién soy y lo que hago no deja de ser una excepción en muchos sentidos. No soy una persona excepcional , pero sí mi vida ha sido demasiado excepcional.

En realidad, eso es lo de menos hoy mismo y desde hace mucho tiempo. Lo que realmente me importa es convertir lo amargo en dulce. No en mi vida, que ya lo logré hace tres años, sino en la vida de los demás.  También lo he logrado con algunas personas que me aprecian y confían en mi, todos ellos ya son más que amigos. Sé cómo hacerlo y lo voy a seguir haciendo muy posiblemente mientras viva y tenga la salud suficiente para continuar.

Como tú hay personas que han visitado este blog muchas veces. Muchísimas diría yo. Como es el último día del año, te voy a pedir un favor, si eres uno de los lectores que han encontrado utilidad a este blog que es mucho más que un diario. Un comentario de tres líneas, o más si estás hoy expansivo :)), contando qué te ha parecido más útil de lo aquí escrito para que los demás puedan leerlo.

Aquí hay ciencia. Se puede hacer ciencia sin ser un científico de la misma forma que uno puede cocinar muy bien sin ser un cocinero profesional. Lo que distingue la ciencia son los resultados. La asociación Esperanza Bipolar de Bilbao es un buen ejemplo de lo que he logrado con mi trabajo enfocado a las personas que sufren o padecen el trastorno bipolar. No todo es de color de rosa, desgraciadamente también hay personas en el hospital. Sin embargo, te puedo contar que a una de cada dos personas, pasar por la asociacion les ha cambiado la vida. Teniendo en cuenta que el trastorno bipolar está considerada como una enfermedad mental grave, yo estoy mucho más que satisfecho. En realidad, estoy muy ilusionado y con ganas de continuar mejorando la vida de los demás.

Y, antes de que se me olvide, feliz año nuevo :))