Hace un año fue un sí que acabó en un no. Hoy es un sí diferente y mejor. Voy a colaborar con un buen amigo para poner en marcha una ilusión. Es un artista y se lo merece todo.
En los últimos diez años sólo me eché atrás dos veces. La primera vez, una noche de mal dormir con muchas palomitas de maíz rebotando en mi cabeza fue suficiente. La segunda el motivo fue diferente. Tenía algún miedo y un problema de compromiso que ahora no siento. Me atrae todo lo bonito y por bonito entiendo algo que haces por y para otros. Como no he encontrado mejor manera de ser feliz seguiré en mi línea. Muchos años de desilusión me hacen ver tan claro lo que tengo que hacer. Se acerca el fin de año y va a ser bastante especial. Lo celebraré con Raquel, Roberto y mi madre. Se ve que mi destino en Navidad va a ser también la cocina.
«Buscar tu felicidad puede ser un atajo con trastorno bipolar. Lo que te hace feliz ni te altera ni te saca de quicio. Yo antes buscaba emoción sin darme cuenta. Perseguía los logros como un burro ciego. Ahora que no los persigo los logros llegan y si no llegan ni me entero. Y lo que es mejor, cuando llegan me hacen sentir bien. Si tus logros te hacen sentir bien adelante. Si no, piensa en otra cosa«
Hay 3 comentarios en este articulo
Yo me siento más feliz cuando doy que cuando recibo.
A mí me pasa un poco lo mismo, Gerardo. Aunque a veces... no sé qué decirte...Gracias por escribir y un abrazo!
Igualmente para vos. Yo creo que en el fondo de nuestro espíritu a la mayoría le pasa lo mismo.