Encontrar lo que me llevaba al descontrol de mi mente me ayudó a no volver a sentir el riesgo de caer en una manía o hipomanía.
Me di cuenta de que algunos cambios en mi eran señales que tenía que atender. Moverme más rápido de lo normal, no poder dejar de pensar en algo o masticar deprisa. Tensarme para defender mi razón, o despistarme y meter el azúcar en la nevera. Mover mis ojos deprisa de un lado para otro o no ser capaz de controlar mi atención para escuchar a alguien.
Todo esto es pasado, como lo es la enfermedad para mí. Ya he cumplido cuatro años desde que tuve por última vez este tipo de sensaciones. Mi tranquilidad me da mucha seguridad y siento que nunca más volveré a pasar por ellas.
Hay 2 comentarios en este articulo
Yo lo empecé a entenderlo hace 20 años atrás,pero por no aceptar hice desastre en mí FLIA. Hoy siento que lo estoy asumiendo y responsabilizarme de mis cambio de humor, buscando en yoga ,la iglesia evangélica, y siento que lo estoy logrando y cuando veo algo que pude controlar ,Me felicito
No hay apuros cuando se quiere crecer, todo lleva su tiempo. Aprender a buscar personas que limiten sanamente mi personalidad, para tener parámetros que crea sanos.
Crear mi micromundo dentro de este vasto mundo, donde me pueda sentir acompañado, querido y contenido.
Hacer todo en coherencia con mi felicidad y el respeto por mis seres queridos.