Cuando sufría los síntomas del trastorno bipolar tenía una rutina que no tenía mucho que ver con mi rutina de ahora. En los últimos años he cambiado tres veces de rutina. La última vez, este mes de cuarentena.
Trabajando como ingeniero, mi rutina era la misma que tienen muchos ingenieros. Horario fijo, teléfono, ordenador y reuniones. Preparar la planificación y hacer el seguimiento del trabajo me ocupaban. Hablaba con los clientes, estaba en fábrica o hacía informes. Cuando había acabado, como no saber qué hacer me generaba malestar, pensaba en algo nuevo que hacer útil para la empresa. Lo ponía en marcha y, cuando ya rodaba, vuelta a empezar. Hasta que vi que era insostenible.
Tenía ilusión por escribir mi primer libro, comencé a leer mucho, y a escribir un poco. Seis años mantuve la misma rutina. Sentía que ganaba día a día la tranquilidad de hacer algo útil para los demás. Después empecé a leer menos y a escribir más. Con ilusión, terminé mi segundo libro en menos tiempo que el primero. Los logros me dan mucha satisfacción.
«Si tiendes a sufrir la depresión, lo más importante es saber qué es lo más importante para ti. Si no es el estrés, es lo que tiende a deprimirte. Una vez que lo sepas, necesitas empezar a hacer cosas para lograrlo. Puede ser el amor, una familia unida, disfrutar todos los días, o vivir la vida que quieres vivir. Llegar a ese punto te puede llevar más o menos tiempo. Lo positivo es que sabes a qué punto quieres llegar.»