En la decisión que cambió mi vida solté lo que tenía. Aquella decisión fue decisiva para parar los síntomas del trastorno bipolar. Pensé en algo nuevo sin tener en cuenta lo que había hecho hasta entonces.
Fue una decisión basada en una intuición. Me imaginé leyendo un libro interesante todos los días en una cafetería. Después del accidente, fue lo que hice durante ocho años. Así comenzó mi recuperación. También pensé en estudiar psicología pero no confiaba en mi memoria. El mundo se detenía al leer un libro. Con mucho ruido o música, la lectura atrapaba mi atención de una manera especial. En mis años de aprendizaje más intenso, me encontré la ciencia y el cerebro. Ahora todavía leo un poco porque me gusta seguir aprendiendo. La creatividad también me ha dado más flexibilidad. Aprendí a reaccionar ante el estrés de una manera diferente, y ahora encuentro más soluciones a mis problemas.
«Si llevas mucho tiempo sintiéndote mal, abrirte a lo nuevo puede ser una buena opción. Si buscas seguridad pero no te sientes bien, la seguridad no es útil. Yo también vivía con miedo al futuro. Cuando me abrí a otras posibilidades, lo perdí de golpe. Si intuyes el origen de tu sufrimiento, lo tendrás más fácil. Corta por lo insano. Aunque pueden aparecer otras dificultades, te quitarás una carga.»