A veces repetir hace daño. Yo estuve quince años en el mismo bucle de intentar y no conseguir adaptarme del todo a un trabajo poco estimulante. Ahora que conozco lo que me resulta estimulante lo sé.

Lo peor de todo es lo que se siente. Mucho desgaste y frustración por intentar encontrar la manera y no lograrlo. Lo mismo puede pasar con una pareja, un amigo, una familia o un compañero de trabajo. Por desgracia, la adaptabilidad no siempre es posible. Llegar a la desesperación es estar en el disparadero de los síntomas del trastorno bipolar. No ver una salida es acabar con una depresión y fantasear con una salida es la pólvora que enciende la manía. Cuajar un sentimiento feo lleva su tiempo pero puede que ni siquiera te des cuenta de que cargas con él.

Yo siempre intento ser consciente de todo lo que tengo dentro pero muchas corrientes son invisibles. Por si acaso, intento revisarlas de vez en cuando porque hacerlo me ayuda a tomar mejores decisiones. O eso creo.

Por ejemplo, ahora estoy haciendo cosas que hace unos años no me hubiese atrevido a hacerlas. El motivo es que puedo decir sí a algo a pesar de tener algunas dudas. Durante los últimos años sólo dije sí a aquello de lo que me sentía muy seguro. En una ocasión me asaltó el miedo y tuve que dar marcha atrás. Puede que algo salga mal, pero eso es posible siempre. De momento, todo me va bastante bien excepto mi salud física que no mejora y otros problemas de difícil solución. Me cuido mucho y eso es todo lo que puedo hacer. Intentaré no necesitar mucho a los médicos aunque sé que eso no depende de uno.

Ahora que me conozco mejor, creo que me podía haber complicado mucho la vida si hubiese sido muy ambicioso. La ambición nunca tiene límites y con trastorno bipolar no hay nada bueno sin límites. La única ambición sin límites que viví fue la del conocimiento. Todo mi conocimiento sobre la enfermedad es la secuela de aquella fiebre que me duró casi diez años. La creatividad ahora me mantiene y mientras no se agote podré seguir dedicándome a Esperanza Bipolar.

«La creatividad es inagotable. Para deshacer bucles hay que ser creativo e inventarse siempre algo nuevo. Imaginar y probar cosas. No tienen que ser siempre grandes cambios aunque si son necesarios pueden cambiarte la vida como cambiaron mi vida. Siempre es importante saber lo que se siente»