El Teide y un mar de nubes. Distraerse es la palabra de hoy. He dejado la ciencia aparcada en mi aprendizaje y ahora aprendo sobre todo de las personas que me rodean. Te lo recomiendo.
Cuando vivía en una situación de estrés casi permanente, me resultaba imposible distraerme. Ni los fines de semana podía dejar de pensar en mis problemas. Acabé fundido. Cuando empecé a superar algunas dificultades, el estrés fue desapareciendo. De hecho, no fue el motivo por el que abandoné mi profesión. Cada vez estoy más convencido de que las razones son lo de menos. Lo importante es conocerlas, aunque sea «después de». Te servirá, al menos, para no volver a encontrarte una y otra vez con la misma pared.
Cuando uno tiene un problema del tamaño de un volcán, puede distraerse a ratos. Cuando se acaba la distracción, el volcán sigue ahí. Cuando algo te ha hecho daño, no puedes distraerte. Si lo consigues un día, el paso es de gigante. No definitivo, pero es un gran paso. Yo ahora estoy logrando dar los siguientes. El cómo para otro día. Además tú puedes encontrar tu propio cómo. Ese es el importante :))