Hace ocho año me reuní por primera vez con cuatro personas bipolares en un centro cívico. Aunque yo había dejado de sufrir el trastorno bipolar, ellos y ellas todavía no. Yo estaba bien, ahora me encuentro mucho mejor. Hoy dos de ellas siguen viviendo a las reuniones de vez en cuando. Las otras dos hace tiempo que dejaron de venir como tantos otros. Me alegra saber que muchas personas que no vienen, ya no lo necesitan.
Disfruto haciendo lo que hago casi lo mismo que cuando empecé. En realidad, lo disfruto de una manera muy diferente porque he aprendido tanto que ya no soy el mismo. Y cuando dejas de ser el mismo, todo es diferente. Hace un año sufrí el desgaste de dedicarme a los demás también por primera vez. Quizás sea lo mejor que me haya podido pasar porque también la experiencia me ha enseñado a recordarme mis límites.
Ahora quiero que siga la fiesta. La música es diferente y me permite bailar casi todos los días. Quería celebrarlo contigo porque el recuerdo del cinco de marzo del año 2008 es muy especial para mi 🙂