Me ha costado cincuenta años sentir la libertad de hacer lo que quiero hacer sin estrés. En mi profesión sufrí de estrés, y en Esperanza Bipolar también. Hasta que aprendí que no se puede intentar controlar todo.
Mi primera depresión fue consecuencia del estrés crónico. Tenía treinta años y nunca antes me había deprimido. Sentía la presión de un exceso de responsabilidad que no podía atender, y también miedo. Dos años después volví a sufrir mi segunda depresión después de un brote psicótico y mi diagnóstico de trastorno bipolar. Mi última depresión fue hace once años. Tres años antes habíamos sufrido un accidente muy trágico. Acababa de terminar un curso y sentí un vacío en mi futuro. Me encontraba desgastado por el dolor físico y con mucho cansancio. Me deprimí por última vez.
Al principio, lo más importante para no volver a deprimirte es evitar el estrés. Después, necesitas aprender a reaccionar ante el estrés si no puedes evitar lo que te lo causa. Si conviertes tu salud en tu prioridad, y te olvidas de todo lo demás, tendrás más posibilidades de recuperarte. No volver a deprimirte es muy importante, y encontrar la manera de no caer otra vez en una depresión es vital.