Cuando algo empieza a preocuparme, intento controlar la situación. Las personas que siempre tienden a controlar las situaciones me acaban por estresar. La ansiedad es la señal de que algo no va bien.
Yo nunca he sido una persona controladora, sino todo lo contrario. El control es como el azúcar en el café: ni mucho ni poco. Encontrar el punto justo de equilibrio no me ha resultado fácil. Ahora sólo las personas controladoras pueden llegar a provocarme ansiedad porque hacen que yo tire de mis neuronas más de lo saludable. La sensación de pensar demasiado en algo es una señal de aviso con trastorno bipolar. Aprendí a reconocerla y siempre hago algo para evitarla. Buscar la soledad me funciona. Necesito pasar varios días a mi aire para sentirme bien. Como además no duermo bien por el dolor, el problema es mayor. Cuido todos los detalles para intentar no necesitar las pastillas para dormir. Hoy tuve que tomar una pero no me importa.
«Si tienes tendencia a controlar las situaciones o a las personas es mucho más difícil. Lo que dicen que ayuda a combatir el estrés no siempre funciona. Tener la capacidad de encontrar nuevas soluciones para intentar evitar el estrés es clave con trastorno bipolar. El estrés es uno de los mayores riesgos para sufrir la depresión, la manía y la psicosis«