Cuando el trastorno bipolar es más que un diagnóstico, uno piensa que nunca más va a poder encontrarse bien. El sufrimiento emocional que supone atravesar síntomas, crisis, depresiones o días de euforia es tan intenso que deja muchas huellas no tan fáciles de borrar. De hecho, se requiere de un buen equipo médico, tiempo y tranquilidad para poder recuperar el bienestar psicológico que supone también recuperar la vida.
Todavía recuerdo los años de malestar, abatimiento, y desgaste que supone el no saber qué te pasa y por qué te pasa. Acabar descubriendo qué te pasaba y por qué te pasaba es una de las llaves para recuperar la estabilidad y la salud. Volver a sentir es un lujo al alcance de pocos porque cada día es más difícil mantenerse en pie en las turbulencias del mundo moderno. En realidad, cuando uno lo consigue, parece más fácil de lo que realmente es.
No hace falta leer mucho para darse cuenta de que el trastorno bipolar parece excluir el bienestar psicológico pero, como casi todo, es una verdad a medias. Para muchos es una verdad completa, y para otros, deja de serlo en el momento en que vuelven a retomar su vida. Reaccionar a tiempo es tan importante que, de no hacerlo, es muy fácil convertirse en una persona neurológicamente irrecuperable. A mayor número de crisis de euforia, peor pronóstico. Conviene saberlo para buscar el mejor psiquiatra que puedas encontrar porque tu salud depende de él. Supongo que no todos los casos serán igual de severos pero mi historial médico hace diez años no era para presumir. El tiempo es oro, y hablando sobre el trastorno bipolar, oro macizo.
También depende de las expectativas de vida de cada uno. Hay quien puede conformarse con no sufrir y quien puede pensar que simplemente no sufrir no es suficiente. Para mí nunca lo fue. Ambicionar la salud es tan importante como no poner límites al bienestar psicológico que puedas alcanzar. Avanzar sólo es posible cuando te das cuenta que siempre hay un paso más por dar, un pequeño logro por alcanzar o una ilusión todavía por cumplir.
Hoy hace un día de verano, espero que puedas disfrutarlo como yo, si vives allí donde luce el sol 🙂
Hay 9 comentarios en este articulo
Camino hacia el bienestar psicológico cargado de ilusiones.
- He retomado la biografía de mi padre.
- Recientemente he creado un blog, al que lo alimento diariamente.
- Paso más tiempo con mi hija, y lo disfruto.
- Me he cargado de responsabilidades que al contrario de poner mi estabilidad en peligro, hace que me sienta útil. Es decir..., vivo.
Los días se me hacen cortos, como casi no recordaba.
El bienestar sicológico, para mi, representa mantener la autoestima a flote, estar a gusto cuando estoy a sólas, estar a gusto cuando estoy con los demás, procurar no quejarme por mis carencias fijándome en mis abundancias, estar agradecido por poder mantener un estilo de vida donde tengo lo que necesito, agradecer el afecto que recibo sin exigencias, estar de buen rollo con la gente aunque haya de apartar a algunas personas por resultarme indigestas, ser tolerante y flexible porque las actitudes rígidas me parecen difíciles de tratar, aceptar mis fluctuaciones de humor como mejor puedo intentando excluirme lo menos posible, procurar no construirme problemas y si lo hago ser consciente de que son quimeras mías, ganas de fastidiarme o de engrandecerme. No tomarme demasiado en serio, buscar el humor y la risa. Sentirme feliz cuando río, cuando lloro y cuando danzo. Apostar por aquellas personas que incluyen en lugar de excluir, porque ejercitar lo primero requiere de fuerzas amorosas y lo segundo es tan fácil que cualquier imbécil puede hacerlo.
Todo esto que he apuntado no tiene por qué ser ninguna novedad para nadie, pero soy consciente que desde la enfermedad puede verse como algo tonto, como si al que está con cuarenta de fiebre en la cama le dijera que puede levantarse y ponerse a bailar. Es por ello que sólo pretendo reforzar, por propia experiencia y por la que desprende el autor del blog, que se puede. Uno no únicamente puede volver a reconciliarse con la vida, sino en el proceso tambien puede reencantarla. La vida te trajo, la vida te quiere consigo, tenlo presente.
Paz y buen rollo
Javier, tu comentario puede cambiar tu historia. La historia personal deja huellas nada más. Me alegro muchísimo de todas tus ilusiones y te deseo la serenidad para que disfrutes de todas ellas. Sensaciones muy agradables, todas las que describes. Me encanta leerlas :)
alberto, todo lo que apuntas no sé si es novedad para alguien. Desde luego es muy difícil reunir tantas riquezas en una sola persona. Me alegro muchísimo de que tú también hayas llegado a la conclusión de que, aún siendo bipolar, también se puede.
me encanto el comentario de alberto.
A mi también me encantó. Comenté lo de la novedad porque me pareció que alberto pensaba que todo lo importante tiene que ser novedoso, y yo pienso que no tiene porqué. Su comentario, desde el principio hasta el fin, está lleno de "maravillas" que si para cualquier persona son difíciles de sentir, para un bipolar lo son aún más. Para mi alberto enriquece el blog cada vez que deja un comentario, y éste en particular, me parece de mucho valor :)
Y se me olvidó preguntarte cuál es tu blog. Me gustaría leerte...
el bienestar es no obsesionarte con nada, disfrutar de los placeres de la vida, no extresarte demasiado, pensar lo suficiente las cosas, no martirizarte.
Johan, una buena teoría como tantas, el problema suele estar en la práctica :)