Un comentario de una persona diagnosticada con trastorno bipolar, compartido por otros muchos, me ha llevado a escribir esta nueva entrega sobre el estrés. La cuestión a tratar hoy es la relación entre el estrés y la inactividad. Cuando una persona no sabe qué hacer se enfrenta a una fuente de estrés tan destructiva, si no más, que aquel que tiene tantas cosas que hacer que se «funde» en un exceso de actividad mal gestionada. La sensación de flujo en el trabajo es simplemente esa sensación en que el tiempo vuela y no eres consciente de su paso, y es fruto de la concentración y la atención plena. La misma sensación de flujo que tiene el jugador de ajedrez, el coleccionista de mariposas o quien sale a pasear por su barrio.
¿Qué sucede si te levantas y no sabes qué tienes que hacer? Puede que no pase nada, o puede que te deprimas. Cuando intentas llenar una vida sin propósito, el esfuerzo suele ser en balde. Especialmente sufrimos esta sensación de vacío las personas activas e intelectualmente inquietas, pero todos la sufren en mayor o menor medida.
¿Solución al problema? Como la mayoría de las veces, más de una.
Si nos viesemos a nosotros mismos como marionetas movidas por hilos invisibles, lo veríamos mucho más claro. Hay quienes se mueven con un solo hilo, otros lo hacemos con, al menos, tres. Un solo hilo puede ser suficiente, pero, bajo mi punto de vista, no es muy recomendable. Normalmente este único hilo se convierte en adicción o dependencia. Tu salud será más estable cuanto mayor sea el número de hilos que te mueven. Familia, amor y trabajo son los considerados por muchos como universales. La historia ha venido a demostrar que son valores tan sólidos como saludables. Hace mucho tiempo que sé muy bien cuáles son mis hilos. Si no has pensado nunca en cuáles son los tuyos, quízá sea un buen momento para hacerlo. Es posible que tengas que soltar alguno y agarrarte a otro nuevo. O simplemente agarrarte a los que ya te mueven, con más fuerza. Estés diagnosticado con trastorno bipolar o no. Lo mismo sirve para un roto que para un descosido. Y anímate a dejar algún comentario, estoy esperando a leerlo. 🙂
Hay 4 comentarios en este articulo
Me ha encantado tu artículo sobre la inactividad y el estres.El ejemplo de la marioneta me ha hecho ver cuáles son mis hilos actuales , cúal es el que falta y sentir que no quitaría ninguno,ya que para vivir afrontando la enfermedad cuantos más mejor ,si estos nos aportan luz.
Esta introspección me ha servido para verbalizar la suerte que tengo y no frustrarme con lo que no tengo.
un saludo y muchas gracias
Me alegro mucho de que te haya servido el ejemplo.:). En realidad, hace tiempo pasé muchas dificultades por la relación que describo entre inactividad y estrés. Además de provocar estrés, y ansiedad, el riesgo de llegar a deprimirse también es importante. No tener un quehacer diario provoca desilusión y falta de energía, semillas que siempre hacen crecer a la tristeza.
Muchas gracias por tu comentario, es una motivación más para seguir escribiendo :)
Nuevamente GRACIAS por invitarme,Hay una gran verdad en lo que escribes.Cuando me encontré en los momentos de una profunda depresión, fué la fuerza del AMOR a mi familia la que logró en mi el milagro de vivir plenamente, siempre estoy con un nuevo proyecto( que pueda realizar)y paso a paso lo voy logrando.
Me encuentro en la misma situación que tú, Alma. Paso a paso y nuevos proyectos, un buen título para un próximo comentario. Es un placer saber que somos muchos los que estamos en el camino. Gracias por escribir.:)