Muchas personas diagnosticadas con trastorno bipolar como yo se han sentido impotentes al pensar que tenían una enfermedad crónica que les iba a acompañar toda su vida con el sufrimiento que conllevan las crisis y la temida depresión. En realidad, la realidad es más variada de lo que parece aunque mayoritariamente el panorama parece bastante desolador. Muchas veces me pregunto porqué es así y las respuestas que encuentro son más bien pesimistas. Teniendo en cuenta que no todo el mundo puede permitirse contar con un psicólogo que le trate, y que encontrar un buen psicólogo que sea capaz de ver lo que tú no eres capaz de ver no siempre es fácil, el tratamiento que uno puede recibir puede resultar insuficiente. Conozco tantas personas con tantas dificultades objetivas o subjetivas, pero siempre reales, que hablar de enfermedad cuando uno está sumido en la inconsciencia o la incapacidad de resolver situaciones vitales no siempre sencillas me parece una forma de tratar de abordar un problema olvidando detalles demasiado importantes. El origen o la raíz no suele ser una única causa- tal y como la ciencia atribuye a la vulnerabilidad- y el sustrato psicológico puede ser tan importante como tu biología.
Preguntarse el porqué, en un principio, no resulta demasiado útil. Preguntarse por el cómo siempre plantea contemplar alternativas invitando a la acción. Creer que no hay ninguna posibilidad ni margen de maniobra es un engaño al que nos sometemos nosotros mismos cuando hemos fracasado más de una vez en el intento. Los estados de ánimo, sobre todo en las primeras variaciones extremas, responden a circunstancias vitales concretas y a nuestra respuesta ante ellos. Si has recuperado el bienestar suficiente para reflexionar sobre esta cuestión, te recomiendo que lo hagas. De vez en cuando y sin obsesionarme, fui adquiriendo la costumbre de pensar en lo que me ocurrió y porqué me pudo ocurrir, aprendiendo de esta forma a conocerme mejor y a encontrar una manera de decidir y elegir que ya he convertido en hábito. El aprendizaje no termina nunca porque, si no permaneces estancado, siempre tendrás la oportunidad de aprender más de ti a partir de las nuevas situaciones a las que te enfrentas.
El trastorno bipolar está considerada una enfermedad crónica. Teniendo en cuenta la atención que reciben la mayoría de los pacientes, con toda seguridad, es mejor que así sea. Los riesgos, aún contando con la atención de un psiquiatra que se ocupe de tu tratamiento, son elevados. Las precauciones a tener en cuenta son tantas y tan fáciles de olvidar que para mi siguen siendo una prioridad. Algunos mensajes optimistas ante una realidad bastante descorazonadora reflejan una situación muy mejorable desde el punto de vista de la atención médica. En la asociación me he dado cuenta de que muchas personas diagnosticadas con trastorno bipolar que sienten apoyo social y comprensión, dejan de sufrir. Esta impresión es incompatible con una enfermedad mental grave y me hace replantearme constantemente si realmente el trastorno bipolar es tan grave, o lo que es grave es la situación a la que se enfrenta una persona que ha sufrido en su propia carne los extremos y ha acabado asustado, paralizado, aislado y retraído. Una vez aceptado el hecho de que mi biología me diferencia convirtiéndome en más vulnerable a determinados estímulos, sólo me preocupo por lo que está en mi mano para disfrutar de la vida sin correr riesgos innecesarios. Incluso renunciando, a veces, a algunas cosas que pueden llegar a atraerme. ¿Lo has hecho tú alguna vez? ¿Te resultó difícil? 🙂
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A mi me resulta dificil haber renunciado a cosas, situaciones, personas que me atraen porque se que no va a funcionar, que me va a ir mal, porquè?, porque uno se conoce y ya ha experimentado un fracaso, por ejemplo al acercarme a una persona mostrarme divertida, media maiatica como me siento a veces, va acreer que pretendo otra cosa con ella, cuando lo que quiero es despojarme de un peso, divertirme o salir de la depre. La gente no entenderìa, menos aùn si le dices que eres bipo.
Pero es que cuando tienes depresión profunda, puedes permitirte el lujo de intentar conocer gente? en mi caso me cuesta trabajo hasta levantarme de la cama.
A mi me molesta el tema de la cronicidad. Tengo 36 años y tomo el litio desde los 21. Quien sabe de verdad lo que pasa si dejo de tomar el litio? Solo porque se diga que es cronico significa que es asi para todos? Aver claro, quien es el guapo que tiene huevos a dejar la medicacion despues de 15 años.
Por una parte estoy agradecido que encontre un tratamiento que me "curara" y por otra no me gusta la idea de que nos vean como enfermos cronicos..
Francisco: mentalizate de que los que sufrimos la enfermedad bipolar no tenemos cura. No dejes de tomar la medicación. Tengo dieciocho años más que tú y mis primeros brotes maniaco depresivos datan de cuando tenia veinte años; llevo más de treinta y tres años aguantando esta maldita enfermedad, que se ha cebado en mí cuando por creerme más listo que ella abandonaba la medicación. Ahora sufro una depresión brutal, que me ha llegado tras una salvaje euforia que ha durado años. Llevo dos meses tomando SYCREST y espero que me saque del agujero.
¿Compensa dejar de lado situaciones atractivas, encuentros sugerentes, trabajos estimulantes?. ¿Compensa mantener una estabilidad y sentirse bien y en puerto seguro?. ¿Compensa entrar al ruedo de vez en cuando y hacer unas carrerillas?.
Mi respuesta es claramente afirmativa. Pero para ello se requiere conocer lo que a uno le va mal y lo que le va bien también.
Hace tiempo y en uno de esos bajoncillos en el que uno decide que no quiere estar con los suyos, sino aislarse y acurrucarse, me dije: "Dentro ya sé lo que hay, fuera no". Me refería con "dentro" a esa sensación depresiva tan conocida y con "fuera" a la calle, a la naturaleza, a todo aquello que bien pudiera despertarme otras sensaciones. Y desde entonces opté por salir a la calle y aunque rehuía estar con mi gente, me paseaba entre extraños o por el campo. Sucedía entonces que me topaba con algún conocido al que hacía tiempo no veía o me dejaba atrapar por las sensaciones de una brisa, una lluvia o lo que fuera. De alguna forma el humor se me enderezaba. Unas veces de manera mágica otras paulatinamente. Desde entonces conservo esta creencia que me ayuda mucho en mis bajoncillos y procuro estar mínimamente alerta para darme cuenta de lo que cuento.
Un gran autor dice por ahí que una depresión es como una enorme distracción. Uno está distraído de las cosas bonitas y bellas de la vida, es como si hubieran desaparecido de golpe. Hasta de sí mismo puede llegar a olvidarse y es por esto que el rescate puede venir desde fuera, también desde dentro.
En cuanto a la cronicidad de este trastorno qué puedo decir. Por un lado no deja de preocuparme estar asistido farmacológicamente, pero como parece que ya hace tiempo dimos con lo que mejor me iba, me tomo las "pirulinas" y a seguir disfrutando. Pero no me engaño. Uno no baja la guardia, sabe que pueden repetirse las crisis. Pero por otra parte me digo: ¿qué ser humano no tiene crisis de salud?. Y a mi alrededor y bien cercanas las veo muchísimo más graves.
Sí, es una dolencia grave este trastorno. Grave en los primeros episodios. Uno debe contar con la ayuda de sus angelitos para superarlos y de otros para saber qué es lo que le pasa o le ha pasado. Y sí, este trastorno no deja de ser un eje vital pero la vida continúa. Uno debe seguir decidiendo lo mejor que pueda, de la mejor manera, aprovechando lo que se pueda aprovechar, contentándose con lo que se es y deseando ser mejor persona. Esto lo permite la vida. En todo momento, en toda ocasión.
Y por último se debe dejar de autodefinirse frente a la platea como un bipolar. ¿De qué vale autoetiquetarse de esta o de cualquier otra manera?. Si quieres explicar lo que a veces te ocurre, explícalo, pero ten cuidado con ponerle una etiqueta. Pocos saben lo que realmente representa este trastorno.
Quiero terminar con otro apunte. Alberto nos cuenta la gran labor y suerte que tuvo con su equipo médico y esto no deja de ser muy esperanzador cuando uno busca salidas, pero por mi experiencia puedo decir que no tuve la misma suerte. Aparte del sicólogo y siquiatra hube de buscar otras salidas que a la postre resultaron ser más correctoras, tal vez por ser más acordes con mi filosofía. Si no dijera que el yoga, la meditación y la danza representaron y representan un fuerte impulso vital, dejaría de decir lo que digo.
Pero con esto sólo quiero hacer hincapié en que cada cual ha de buscar aquello que le va bien. Que no es fácil, ni mágico o tal vez sí.
Suerte en cualquier caso.
Recuerda: la existencia te quiere.
Me dejas sin palabras...
Hola.
Soy Bipolar, tiendo a la manía. Llevo un año Diagnosticado, 42 de vida, y ya sé que siempre lo he sido. Se lo que hice mal: Dejar de entrenar, Judo. Esa es mi terapia, es ahí donde encuentro equilibrio. Da igual lo que crean los Doctores, no sufrieron esto, no saben, han estudiado mucho, si, pero nunca se vieron frente al dilema de abandonar, suicidarse, o seguir para adelante, nunca estuvieron eufóricos perdidos ni se creyeron imbatibles. Hacen lo que creen que deben, no escuchan, y no aprenden.
Actualmente solo tomo Plenur y estoy mejor, me siento mejor. Cada dia es un desafío, todo lo es en realidad. He vuelto a entrenar, sé que eso es lo que necesito. Con tiempo y Judo estaré bien.
He quedado impotente, y si es el precio a pagar, lo pago. No quiero verme atado como un animal nunca más.
Todos somos diferentes, cada unos debe buscar lo que le haga el efecto que me hace a mí el Judo y animarse a hacerlo: pintar, escribir, leer, caminar, pescar, etc.
La respuesta está en uno mismo. La medicación debe ser la mínima, y nosotros reforzar con lo que nos ayuda.
Hoy se termina, mañana veremos qué pasa, les dejo un abrazo.
Yo, en realidad,sólo he tenido que renunciar a una profesión y a un entorno que me proporcionó más sufrimiento que satisfacciones. Ahora, tengo la sensación de que incluso los peores momentos merecieron la pena, pero únicamente porque los dejé atraás hace mucho tiempo. No me preocupa si la gente entiende o no entiende mi vida actual, a lo que me dedico, ni le gusta cómo soy. yo tampoco entiendo la vida de muchos, ni a qué se dedican ni cómo son, porque de lo que se trata es de que cada uno "entienda" su propia vida, disfrute con sus ocupaciones y le guste cómo es. Mostrarse uno tal y como es, para todas las personas, y en especial para las personas diagnosticadas con trastorno bipolar como yo, debería ser una obligación autoimpuesta :)
Francisco, si has encontrado un tratamiento que te "ha curado", ¿cuál es tu preocupación?. Si tienes confianza con tu psiquiatra, basta con que comentes con él tus inquietudes. Un profesional que te escuche siempre ayuda mucho. Yo tuve suerte, di con uno :)
¿Compensa dejar de lado situaciones atractivas, encuentros sugerentes, trabajos estimulantes?. ¿Compensa mantener una estabilidad y sentirse bien y en puerto seguro?. ¿Compensa entrar al ruedo de vez en cuando y hacer unas carrerillas?.
Mi respuesta es claramente afirmativa. Pero para ello se requiere conocer lo que a uno le va mal y lo que le va bien también.
Yo también lo creo, Theo. Estoy tan convencido, que simplemente le he dado al copiar y pegar :)
Leonardo, te has dado cuenta de que el judo te puede cambiar la vida. Lo sabes bien y aprovecha la ventaja de conocer lo que te ayuda a mantener tu salud porque, a veces, es más fácil de lo que pueda parecer :)
Desde que me he mudado a Austria , hace ya 3 anyos, estoy con un psiquiatra de la seg. social y es el que me dice que deje las pastillas, yo no se si esque se cree mas listo que mi psiquiatra de Madrid, con el que estuve varios anyos y el que me regulaba el tratamiento o que es lo que pasa. La preocupacion es en ese sentido,como es posible que un psiquiatra que , sabiendo lo que es un trastorno bipolar y viendo que el paciente se encuentra estable, le recomienda que deje las pastillas porque cree que eso ya paso, que eso fue hace mucho tiempo y que no cree que me vaya a pasar nada malo. Sinceramente, tengo mis dudas.
Creo que no es una cuestión de listos ni de tontos. Tampoco creo que tu psiquiatra piense que eso "ya pasó". En cualquier caso, tú tendrás tu propia opinión, que también es importante. Bajo mi punto de vista, es una cuestión de riesgos, entre otras muchas cosas que no puedo comentarte aquí porque sería más un tema para conversar que para un simple comentario.
Cuídense. Yo soy Bipolar desde niño y nunca había sido diagnosticado hasta hace unos 7 años atrás, mi vida es muy difícil y la vida de las personas que me rodean también es difícil por mi problema.
Las pastillas y los medicamentos deberían ayudarme pero no me han ayudado hasta ahora, pido a DIOS que por favor me de las fuerzas para continuar adelante