El mundo de las emociones es el origen de la mayor parte de nuestros sufrimientos. El trastorno bipolar, entendido como una forma de sufrimiento emocional muy particular, me obligó a convertirme en un detective que durante mucho tiempo se dedicó a buscar el rastro de todo aquello que condicionó mi vida y me dejó secuelas que tardaron tiempo en cicatrizar. Si me permites una recomendación, lee todo aquello que encuentres para comprender qué es lo que sientes y porqué lo sientes. Es un tema que me interesó durante un tiempo y ahora se ha convertido en un juego que practico con el ánimo de conocerme mejor. Siempre uno acaba descubriendo nuevos hallazgos y muchos de ellos pueden ser determinantes en tu futuro.
Al margen de las consideraciones biológicas que a muchos psiquiatras les apasionan, en las emociones se encuentran muchas de las respuestas que todavía están por responder. Si supieras porqué te sientes cómo te sientes y qué tendrías que hacer para dejar de sentirte así, estarías en disposición de empezar a desenredar la madeja emocional que te hace sufrir.
La única forma de poder comenzar este proceso depende mucho de lo enredada que esté esta madeja. Para poder estirar el hilo y empezar a ver los nudos, necesité de una psicóloga capaz de convertir su profesión en aparente magia. El resto del trabajo tuve que hacerlo yo mismo y dependiendo de la gravedad de tu situación te recomiendo que abandones todo lo que tengas entre manos para volcarte en el trabajo más importante de tu vida.
Si has llegado a conocer la planta de un hospital a la que nunca te gustaría volver a regresar, tómate todo el tiempo que necesites para reencontrarte con quien eres. Hace ya mucho tiempo que pasé por tan amarga experiencia -en más de una ocasión- y reconozco que hace falta perder no sólo el norte sino la brújula.
Conozco mucha gente que ha tratado de retomar su vida una vez pasados los momentos más difíciles en forma de mania, como si nada hubiera sucedido y no suele ser la mejor opción. Yo mismo también lo hice, traté de retomar mi vida muchas veces encontrándome al final con la misma pared o una diferente y acabando finalmente sin fuerzas y rendido. Tuve que tomar un desvío para poder empezar a pensar con mayor claridad y tomar decisiones imprescindibles para recuperar gradualmente la salud. Convencido de que había una salida y el origen de mis sufrimiento tenía uno o mil motivos, comencé a ejercer la libertad de elegir a la edad de treinta y ocho años. Quizás la mayoría de mis problemas hayan sido la consecuencia de haber tardado tanto tiempo en reaccionar. Afortunadamente puedo decir que estoy agradecido a que una enfermedad me haya obligado a hacerlo. La vida después del trastorno bipolar tiene otro sabor. Ójala llegué el día en que la saborees como yo lo hago, si no lo has hecho todavía.
Y si quieres dejar tu comentario para desenredarte un poco, yo estaré encantado de leerte y contestarte 🙂
Hay 11 comentarios en este articulo
Pues sí, de poco vale padecer una crisis y dejarla ahí como si nada hubiera pasado. Conviene ponerse manos a la obra de una manera u otra. Un buen terapeuta es lo más indicado y quizás haya que probar con varios hasta dar con el adecuado.
En cuanto a las emociones, ¿no son éstas la piedra angular de nuestros patentes desequilibrios?. Conviene pues, estar muy atento a ellas. Ser lo más consciente posible de qué es lo que uno siente y porqué. Trabajarlas en suma.
Si miro hacia atrás mis estados emocionales eran más persistentes. Un bajón podía durarme tres o cuatro dias. Luego venía una pequeña euforia, más corta, hasta estabilizarme. Esto dentro de un contexto eutímico. Pero más adelante y debido tal vez a este estar más despierto respecto a lo que pensaba y sentía, hizo que mi estado emocional fuera menos rígido. En un mismo día podía pasar de estar furioso a estar triste, luego calmado y finalmente bien. Vi un buen cambio en ello. Ya no tenía porqué normalizar el hecho de estar mal tres días. El ánimo era más juguetón y conveniente de lo que nunca había sido. Y claro, también he de agradecer este bienestar emocional, este estado eutímico, a los estabilizadores de humor, pues dilataron en el tiempo los altibajos del mismo.
Hay ciertas emociones también que me sirven de advertencia frente a una posible recaída y como ya las reconozco puedo tomar las medidas oportunas. En cualquier caso, frente a las emociones en general, nunca está de más no perderlas de vista y estar bien atento a ellas.
Sé consciente.
alberto, estoy muy de acuerdo con todo lo que cuentas, aunque yo nunca he vivido el trastorno bipolar como tú lo describes. Nunca me ha durado un bajón tres o cuatro días (si te refieres a una depresión), ni una euforia menos tiempo. Soy consciente de que no todos hemos vivido los síntomas con la misma intensidad ni con la misma duración, pero de lo que estoy convencido es de que lo que es "bueno para todos" también es "bueno para nosotros". Nuestro cerebro -de momento- no parece diferente al de los demás. Si estoy equivocado y alguna persona quiere dejar un comentario al respecto, estoy encantado de aprender. En este blog tengo la intención de seleccionar de entre "todo lo que conozco" y he aprendido por mi propia experiencia, "aquello" que personalmente creo que es "muy importante". Gracias por participar, alberto. Todos los puntos de vista enriquecen este espacio porque parten de un aprendizaje :)
Ya desde la adolescencia experimentaba esos altibajos de los que hablo, antes que se declarara un fuerte episodio de manía, muchos años más adelante y antes de conocer un episodio depresivo en toda regla.
Como se iniciaron esos altibajos en esa época de revoltijo hormonal los asumí en el tiempo como algo normal.
Si alguien me hubiera apuntado entonces que esos toboganes podían tener que ver con una tendencia hacia la bipolaridad,la ciclotimia o con cualquier otro trastorno del humor, si alguien me hubiera educado al respecto, tal vez las cosas hubieran sido distintas.
Lo cierto es que no sé hasta qué punto puede funcionar la prevención antes de que se produzca el primer episodio o impedir que suceda. No estaría mal la voz de un siquiatra o un sicólogo al respecto.
bon finde
Hola tambien me llamo Alberto,detectaron mi enfermedad hace 9 años,tengo 42.Dicen que soy bipolar 1,aunque me internaron como la niña del exorcista,evidentemente cuando te atan de pies y manos a la cama en una habitacion poco mas grande que la cama y cierran la puerta con dos cerrojos.
El manicomio tampoco fué del todo una mala experiencia,pero sigo pensando que no hacia falta tanto.De siempre por h o por b he sido el causante de todos los problemas en casa,he sido mas conflictivo que mis 2 hermanos y eso aun me hacia mas rebelde,no era yo siempre el problema pero me llevaba la medalla.Me dava cabezazos con las paredes,puñetazos chillaba pero aun así me llevaba algun palo y aun mas impotene me sentia,no podia defenderme,no habia opción,y el suicidio estaba en mi cabeza muy a menudo.Ahí me di cuenta que algo no funcionaba en mí,y en la adolescencia me enganchó la droga.........
........el fumar hachis me tranquilizaba y me hacia pensar quizas demasiado y poco a poco se fué apoderando de mí,hasta depender de el.Y evidentemente ante un problema no hay que esconderse,en ningun sitio.Porque sabia cuales eran los problemas que tenia que solucionar en mi vida,pero me daban miedo las consecuencias.La droga acentuó mis altibajos y viví experiencias extrañisimas de las cuales soy consciente,y todas encajan en la descripcion del TAB,acabo diciendo que en 9 años no he tenido ninguna recaida de ningun tipo,al lado del LITIO,tambien hace 9 años salí del manicomio y dejé atras a la madre de mi hijo,mi peor equivocación en la vida,de hecho aun no nos entendemos y sigue queriendo undirme.
Pero realmente me siento libre y mi hijo es el que me da fuerzas de verdad.Si algun consejo tengo que dar es a quien nos medica,el PLENUR-litio-,me estaba afectando a las tiroides y posteriormente al higado,así que no se que es mejor y si hay otra alternativa a la quimica,que lo digan.
Soy Alberto el anonimo,en mis bajones me e puesto cuchillos en el cuello,el cuello en la via del tren,una escopeta de cartuchos en la boca o al filo de una terraza en una planta 22.En mis euforias me creia intocable y el mejor.Y cuando mas estable estaba,me encerraron.He pasado mucho,como muchos evidentemente,pero no sé si realmente seran capaces los medicos en llegar a los puntos clabe,para poder aconsejar a los pacientes o solo preocuparse de medicar.Hay psicologos que no tendrian por que tener ese titulo y psiquiatras que quizas tambien pierdan sus papeles,así que procurar ser felices y buscar la felicidad donde quiera que esté para cada uno,y tendremos mucho ganado.1 Saludo
Consejos vendo y para mi no tengo.
Recuerdo hace tiempo que me encontraba en un fase de manía. Me dirigía a mis familiares y amigos con un desparpajo y soltura impropias en mi. Algo había cambiado en mi interior y todavía no había descubierto qué era. El hecho es que todos se quedaban callados, quizás acorralados, escuchando mi verborrea mirándome fijamente. Recuerdo ver cómo se humedecían sus ojos escuchándome. Cuando esto ocurría no sé que Quijotesca interpretación daba yo a todo ello. Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Si me hubiera topado con alguno de ellos entonces, no me extrañaría que habría seguido deshinibido con un pensamiento tan rápido y volátil que muchas veces tomaba notas en un pequeño bloc con el fin de que no se perdiera ninguna idea. El entorno familiar lógicamente no era ajeno a mi problemática. Acabé en una unidad de cuidados mentales. Al principio tenía miedo que me quitasen a base de pastillas “ese don” tan preciado. Ahora con la distancia del tiempo, todo aquello parece un mal sueño. Tomo mis pastillas diariamente que me recuerdan la enfermedad que tengo e intento mirarme para adentro cuando las emociones me sobrepasan.
Leí por recomendación en el Blog de Alberto el libro “Reinventarse” (tu segunda oportunidad) de Mario Alonso Puig. Luego en el audio kiosko -> www.ivoox.com busqué entrevistas de este médico (a día de hoy hay 24 audios que se pueden escuchar o bajarse en mp3.) me ha aportado mucho. Espero que también os ayude a todos.
alberto, yo no comencé con altibajos tan joven como tú. Mi primera depresión fue a los treinta años. Parece ser que he comenzado "todo" demasiado tarde en esta vida :)
Los "altos" llegaron dos años después, pero hace tiempo que soy muy consciente de los detonantes de los vaivenes de mis estados de ánimo. Seguro que tú también conoces muchos de los tuyos, reflexionar ayuda mucho para no caer en los mismos errores.
Alberto, tienes una historia personal muy difícil. Conozco personas que han estado muy metidas en el mundo de la droga y han conseguido salir de él. Ójala tú logres ser el próximo porque es un problema que necesariamente has de resolver antes de ir a por el siguiente de la lista.
3j, todos hemos sido un poco Quijotes en algún momento de nuestras vidas. Mis peleas contra los molinos de viento me han ayudado mucho a comprenderme. Soy de la opinión, que incluso de ellas se puede aprender si eres capaz de recordarlas y reflexionar sobre ellas. No te estoy recomendando que lo hagas, simplemente a mi me sirvió de mucho hacerlo cuando recuperé el bienestar psicológico y emocional.
nose como llegue aca pero siempre busco el origen de mi "mal" desde que corri como un super heroe o el elegido y fui a parar a un hospital psiquiatrico la vida es otra para mi lleno de angustias y dudas sobre todo los primeros meses a casi un año de mi enfermedad tbipolar tipo1 me siento recontra bajoneado de lo q era inmensamente feliz a todo lo contrario. bueno q queda seguir viviendo entre psiquiatras psicologos habra una luz al fondo del tunel bipolar? nose q hacer o pensar.