Recientemente he llorado como hacía mucho tiempo que no lo hacía. La última vez que recuerdo, el motivo había sido el mismo: la pérdida. El motivo no fue la pérdida que había sufrido sino los recuerdos que siempre regresan cuando hay algo que los llama a la puerta.
Este próximo verano, se cumplirán seis años desde que sufrí las mayores pérdidas que un hombre puede sufrir a excepción de la pérdida de un hijo. Debido a una negligencia profesional, perdí a mi mujer, mis dos hijos tal y como eran, y mi salud. Y todo ello para siempre. Perdí incluso aquello que pensaba que tenía y ni siquiera nunca tuve, como el amor de muchas personas que yo amaba y habían estado a mi lado circunstancialmente. Afortunadamente me demostraron que no significaba nada para ellas a tiempo.
Había conocido a mi mujer con dieciocho años, mi única mujer hasta que la vida me golpeó con la tragedia. En más de una ocasión he pensado porqué no perdí también la vida. En sólo una ocasión lamenté no haberlo hecho.
Al regresar a la vida, volví a encontrar el amor, y de nuevo volví a perderlo. Pérdidas, pérdidas y más pérdidas. Todas ellas con sus cicatrices, todas ellas con su interminable tren de recuerdos inolvidables, todas ellas con trozos arrancados de cuajo de mi vida.
Esta semana perdí una ilusión. Pequeña, insignificante, con toda seguridad una ilusión con minúsculas. Pero perder una ilusión siempre es perder mucho. No hay nada en esta vida que merezca tanto la pena. Hace tiempo decidí que no haría nada en mi vida que no me ilusionara. Quizás sea infantil, pero no dejes de observar nunca a los niños. Tampoco conviene olvidar que perder una ilusión entre muchas, nunca puede ser un drama. Ve recogiendo todas aquellas que vayas encontrando a tu paso, nunca serán demasiadas.
En una ocasión, escuché por la radio a un escritor comentar que aquellos que escriben, lo hacen porque en algún momento su vida se ha roto y con la escritura tratan de recomponer lo que queda de ella. Con toda seguridad no dejaré de hacerlo nunca y no será éste el motivo por el que lo haga. Sin embargo, hoy sí es el día que he tenido que recurrir a la escritura y me encuentro mejor. La primera vez desde que comencé a escribir en este blog. Esta semana no te he contado nada nuevo sobre el trastorno bipolar pero sí cosas muy importantes que me han ayudado a vivir una nueva vida. Mañana será un nuevo día, y volveré a sonreir.
Si quieres dejar aquí tus pérdidas, aquí quedarán junto a las mías 🙂
Hay 19 comentarios en este articulo
Los listaré Alberto, porque al sólo nombralos alcanza para darse cuenta la entidad de lo que representan.
He perdido:
Seres queridos,
la infancia, muy pronto
la confianza en personas muy cercanas,
proyectos,
salud,
la vida entera como la tenía concebida.
Y podría seguir ... pero es largo
Este próximo verano van a ser 4 años que perdí a uno de los seres más importantes de mi vida,mi madre, la perdí en las garras de un terrible cáncer.
Mi mamá partió a destiempo de este mundo, tenía tantos planes y deseos de vivir......su partida en medio de todo me enseño que la vida es ahora, por qué esperar para vivirla??
Hola, es la primera ver que escribo en un blog, y no sé si lo haré bien. Tengo un problema de pérdida importante, he perdido la alegría, en Julio del año pasado mi hijo de 20 años tuvo un problema con ingreso psiquiatrico, y creen que puede ser trastorno bipolar, está sin medicación hace dos meses, pero no es el mismo, no tiene ilusión, ni se sonrie, ni avanza.
En Diciembre mi hija de 17 tuvo un problema parecido, sin ingresamiento, pero todavía está con medicación, creen que puede ser lo mismo. También ha perdido la sonrisa, la alegría, hay días que casi no puedo levantarla de la cama.
Mi mujer tiene días buenos, algunos, y malos, al igual que yo, pero no reímos a menudo, no podemos.
Por tanto hemos perdido la alegría y la ilusión.
Además, por lo que llevo leyendo en el blog necesitamos ese psicólogo que ayude, que saque el 80% del escaso 20% que nos queda dentro para luchas, o ese psiquiatra que realmente se preocupe y tenga un seguimiento. Teníamos una muy buena, pero está de baja y los recortes nos han llevado a una dilatación increible en el seguimiento por saturación del resto de profesionales.
Bueno un saludo,
No he sufrido pérdidas de seres íntimamente queridos, luego no puedo decir nada al respecto. Lo único que se me ocurre es que no conviene traer de vuelta recuerdos dolorosos, que aunque sean inevitables no se les debe dar cobijo. Que si se rememora sobre lo que inevitablemente ocurrió se haga bajo la perspectiva de otros recuerdos más queridos. ¿Qué otra cosa puedo decir desde mi inexperiencia?.
Sobre la pérdida de la salud, una sicóloga recién estrenada ya me apuntó en su día que también convenía pasar por un período de duelo. Y en ese período es donde debe quedar todo el dolor. Luego es la vida la que debe seguir expresándose, con todo lo que de maravilloso tiene.
Uno está sólo y no lo está.
Ultimamente me estoy dando cuenta de que por mucho que uno cree estar preparado para partir, por muchos preparativos que haya hecho al respecto, la muerte no termina por encajar. Parece ser que tengamos la edad que tengamos nunca nos viene bien, nunca.
Unas veces porque vemos cómo la muerte trunca una vida en ciernes, otras porque ésta no alcanza la madurez y otras porque ya sólo puede ser una consecuencia inminente del plazo vivido.
Todos predican que la muerte es un punto seguido, pero a la hora de la verdad, no veo coherencia en ellos, sólo miedo. Un miedo del que nadie escapa y que sólo se logra despejar cuando la vida tiene su máximo empuje o cuando uno no la tiene presente.
Un hermano gusta de citar esto: Vive cada día como si fuera el último, un día acertarás.
Más nos valdría a todos aprender a vivir de esta manera.
Libe, siento mucho tus pérdidas, especialmente la de la infancia. Me siento muy identificado con todas porque, aunque no perdí mi infancia, sí siento que perdí cinco años de mi vida. Aunque, en realidad, nunca se pierde cuando se aprende y yo aprendí mucho de todo lo que sufrí, emocionalmente hablando. Después vino la tragedia, otra gran lección que me gustaría no haber tenido que aprender con tanto dolor propio y ajeno, tanto sufrimiento en carne propia y a mi alrededor, y tanta amargura.
Lucy, siento mucho la pérdida de tu madre. Me puedo imaginar un poco lo que se tiene que sufrir, aún sin haberla sufrido. Adoro a mi madre, y el día que ya no esté tendré que pasar otra dura prueba. Una más, en este caso, que a casi todos nos toca.
Aprendiste mucho con su partida, me encantó el final de tu comentario :)
Hace algún tiempo recibí una llamada en el teléfono de la asociación de una madre que tenía dos hijos pequeños con graves problemas psicológicos. Al leer tu comentario, la he recordado y no puedo imaginar por lo que estáis pasando. Si estuviera en vuestro lugar, trataría de no perder ni la alegría ni la ilusión porque, con toda seguridad, la de vuestros hijos dependerá mucho de la vuestra. Sé que es fácil decirlo y quizás imposible hacerlo. A veces, intentar lo imposible es la única salida. Os lo digo por experiencia y con el corazón.
Los recuerdos dolorosos vuelven por culpa de uno de nuestros grandes dones: la memoria. El Alzheimer es una de tantas enfermedades que genera un gran sufrimiento alrededor, como el trastorno bipolar. Y me parece, que en este caso es peor el remedio que la enfermedad. Si no pudiéramos recordar, imagina cómo sería la vida. Lo realmente difícil es superar los recuerdos dolorosos y más todavía, los traumáticos. Afortunadamente, tuve quien me ayudó a hacerlo, quien fue mi psicóloga durante años y recogió lo que quedó de mi después de aquel accidente tan dramático.
alberto, ¿te preocupa la muerte?. Yo nunca he pensado en ella, y después de haber estado tan cerca, no veo motivo para hacerlo ahora.
Y en cuanto a tu última frase, he decidido vivir cada día como si fuera el primero, no es nada fácil pero pruébalo :)
Me gusta el cambio de óptica que mencionas, el de vivir cada día como si fuera el primero. Intentaré tenerlo presente.
Bon finde
Lamento tu enorme sufrimiento y admiro tu valentía por exponerlo aquí.
Mi pérdida es lejana. Muy a mi pesar se ha convertido en un tabú familiar.
Lo normal es que no se quiera hablar nunca del sufrimiento, pensando que así se mantiene dormido. Lo difícil es hacerlo y ser capaces de, al hacerlo, mitigarlo aunque sea un poco. Y lo más difícil todavía, y doloroso, se llama terapia contra el síndrome de estrés post-traumático.
Alberto yo he perdido muchas cosas en esta vida, a mi edad ya he perdido a muchos seres queridos, a mi madre que especialmente en los momentos duros es cuamdo más se me viene a la memoria (también he perdido a mi padre pero por él no tengo tan buenas vibraciones, lo siento), a dos tias que ejercieron especialmente como tales (ha habido más)y a un hermano menor que yo del que aún tengo cicatrices a pesar de hacer cinco años YA que falleció, a dos novias que quise especialmente de la última aún me quedan jirones en la piel... Pero todas esas cosas son asumibles, es la vida misma y nos rehacemos de ellas. Pero lo que si me hace daño es la cantidad de proyectos que se han ido cayendo de mi vida, que han hecho de mi vida algo mucho peor de lo que hubiera podido ser. Mi niñez dificil, mi adolescencia la tuve que buscar fuera de casa, la juventud podría decirse que fue aprovechada pero que no ha repercutido en mi vida futura, una carrera de estudios inacabada, un matrimonio creado por error y que por fin se fue al garete a los veintitres años de su existencia, una vida laboral de veintinueve años muy dura. En fin ¿que me queda de todos esos años? Es cierto que me quedan dos hijos a los que quiero y la experiencia. Pero ha sido una vida de insatisfacciones.
Es cierto que he empezado una nueva vida con Diana y con nuestro hijo de ocho años..., pero sigo sin aprovechar mi vida y se pierden los días, los meses y los años.
Fernando, me quedo con una de tus frases: " Es cierto que me quedan dos hijos a los que quiero y la experiencia". Simplemente con estos dos pequeños detalles puedes reconstruir tu vida. En realidad, son tres, porque también tienes a Diana :)
yo tambien he perdido muchas cosas...
perdi mi infancia gracias al bullying...
perdi a mi familia entera... ellos en realidad nunca me quisieron...
perdi a mi madre sin haberme dado cuenta de que nunca la tuve...
perdi la confianza en la gente de tantas veces que me han traicionado...
ni siquiera mi psiquiatra me entiende :(...
siento que no podre nunca vivir sin empezar desde cero, con otra familia, otra situaciones y salud!!
gracias a la bipolaridad he perdido hasta la fuerza para poder estudiar...
nunca he podido tener un trabajo estable xq tengo ademas de TAB un problema de personalidad que me hace ser infantil y poco responsable, no se bien como explicarlo...
en fin... lo he perdido todo!!
los medicamentos que me han recetado (que han sido muchos) no me ayudan, solo sufro efectos secundarios y los medicos creen que yo me lo invento...
no tengo en quien confiar y tengo miedo de amar, ya que cada vez que amo... termino destrozada...
lo que puedo decir bueno de mi vida es, que a pesar de tener 21 años, no tomo alcohol, ni me drogo, ni fumo y aun conservo mi virginidad!! ni siquiera la bipolaridad me ha hecho caer en esas cosas!!
siempre la manía me hace sentir bien xq no me puesto en riesgo mi vida, por lo menos no con sustancias toxicas...
pero la depresion me destroza y no puedo detenerla!! ya he estado internada dos veces por intentar suicidarme, y jamas he podido morir!!
eso me hace pensar, que tal vez sea por alguna razon... tal vez tengo que permanecer aqui y a lo mejor... mi vida pueda cambiar algun dia para bien!!
lamento mucho las perdidas que han tenido!!
se que hay cicatrices que no se borran... pero aun tenemos que mantener la esperanza de que si hoy no ha sido un buen dia, nada nos dice que mañana no será un dia mejor!!! saludos a todos !!
Jessica, siento que hayas perdido tantas cosas en tu vida. Yo también perdí muchas, y muy importantes. De todas formas, creo que no es tan fácil superar algunas de las dificultades que te ha tocado vivir. Las cicatrices, como tú bien dices, no se borran. Sin embargo, hay muchas que pueden acabar por no dejar ninguna marca que no se pueda vivir con ella. Yo llevo muchas encima, y no me hacen ya ningún daño.
Esta es la enfermedad de las perdidas, es como si viniera un huracan y se llevara lo que mas amamos, es como si otra mente vinese y se apoderara de la nuestra por unas semanas y se roba todo lo bueno. Como explicarle eso a nuestra mente cuando pasa el Maldito Huracan? Como tener fe si nos va a volver a pasar? Como construir si va a venir el trastorno a destruir? no me quiero dar por vencida. Yo se que solo alguien con TAB puede entender esto. Es muy desalentador. He perdido a G. y la verdad no quiero empezar otra vez con nadie mas, pero tambien me parece muy triste vivir toda la vida sola. Colegas de la misma enfermedad, gracias por estar, escribir esto me hace sentir un poco mejor, gracias
Siento que hayas perdido a G. Yo nunca he pensado que he perdido nada debido al trastorno bipolar. Siempre he intentado mejorar mi situación porque cuando se pierde la salud, se pierde todo lo demás. Ojalá algún día recueperes la salud y con ella, todo lo que puedas desear volver a tener.