El otro día aprendí algo nuevo. Hay que estar con los ojos bien abiertos para no dejar nunca de aprender. Como suelo decir en la asociación Esperanza Bipolar, aprender es lo único que puede «salvarte».
Me desahogué con mi hermano por un problema que estoy soportando y él sintió que la cosa iba con él. Un malentendido que acabó por desesperarle a él también, respondiéndome de una forma que me sorprendió. Reconozco que quizás elegí el momento equivocado o a la persona equivocada. O las dos cosas al mismo tiempo. En realidad, unos días después me di cuenta de que tenía mucha razón cuando me dijo que él no veía ningún problema. Lo que es un problema para mi puede no serlo para él, y viceversa. Mi conclusión es doble. Por un lado, es difícil que los demás entiendan tus problemas porque, primeramente, no son sus problemas. En segundo lugar, dependiendo de tus debilidades o tus cualidades, lo que son problemas para otro, para ti son soluciones fáciles y lo que son problemas para ti, son soluciones fáciles para el otro. El motivo no es único. El principal es simple. En un caso, tú eres la víctima y no el espectador. En el otro, es justo al revés.
Entender que esto suele ser así, en cualquier punto del globo y a todas horas, puede ayudarte a no reventar por no ser comprendido. Aunque esto no es todo lo que aprendí de la situación, ni siquiera lo más importante, sí que me da una nueva perspectiva para la próxima vez que me ocurra con alguien. Aunque todos tenemos problemas, no todos sabemos o podemos ayudar en todo momento a quien se enfrenta a ellos.
Y hablando de problemas. Hace casi un año que firmé un contrato con una editorial que ya no existe ni responde para imprimir mi primer libro «Cómo superar el trastorno bipolar. Los 21 malos hábitos». Pagué parte por adelantado, y hoy es el día que tengo un contrato incumplido, dos libros mal encuadernados en casa, y una empresa detrás que no escucha. Se acabó el tiempo y la paciencia. He decidido empezar desde el principio con una nueva editorial. En realidad, lo siento más por ti que por mi. Este libro está escrito pensando en ti y sé que al otro lado de este blog hay personas que lo están esperando. Lo que encontrarás en él cuando esté disponible, yo ya lo he aprendido. Así todo, me hace ilusión que lo leas algún día 🙂